Señor Director:
Con respecto al polémico abrazo, Doggenweiler dice que fue una muestra de afección, pero ¿Es casualidad que fuera justo cuando sale el nombre de Bachelet? Doggenweiler dice que la pescadora necesitaba contención, pero ¿No necesitaba todo lo contrario, es decir, un espacio para expresar su más profundo malestar, desde su madurez, autonomía e inteligencia?
Doggenweiler dice que todo fue mal interpretado, pero ¿No vemos todos lo mismo? ¿El paternalismo de Doggwenweiler, la vulnerabilidad de la pescadora y cómo con ese abrazo se intentó que todo se esfumara y que la mujer olvidara su arrebato e incluso llegara a sentirse culpable por haberle causado un mal rato a la animadora?
Lo más triste es eso, que la vulnerabilidad circunstancial de la pescadora le impidió tener las fuerzas para sacarse de encima la mano de Karen y gritar como corresponde las palabras que no alcanzó a pronunciar.
Matías Rivas Aylwin, estudiante Pontifica Universidad Católica de Chile
