Señor Director:
Me refiero a su artículo publicado ayer, titulado «Instituciones públicas transfieren a la Banca privada más de US$3 mil millones», y que adolece de varios errores conceptuales y metodológicos que considero importante rectificar.
La Tesorería General de la República es la institución encargada de recaudar los tributos y otros ingresos del Fisco, los cuales se depositan en la Cuenta Única Fiscal (CUF) que ésta mantiene en el BancoEstado. Hasta mediados de 2011, el BancoEstado remuneraba a la TGR por esos fondos a razón de una cierta tasa de interés ofrecida por este último, hasta que dichos fondos sean distribuidos a sus destinatarios finales (los distintos servicios y reparticiones dependientes del Estado).
La apertura de la CUF al sistema bancario anunciada en Octubre 2011 significó la introducción de nueva competencia (y mejores tasas para la TGR) por esos mismos fondos, de tal modo que tan sólo en su primer año de operación esta modalidad le representó al Fisco US$ 51 millones en intereses marginales percibidos (es decir, Adicionales a los que ya recibía anteriormente), por concepto de mejores tasas de interés pagadas por la Banca privada a la Tesorería (la cual siguió siendo la propietaria titular de los fondos, ciertamente).
Y con el beneficio agregado para el Fisco de que estos US$ 51 MM p.a. fueron Recursos Frescos transferidos directamente desde la Banca privada hacia el Sector Público; y no como parte de una «suma cero» entre dos instituciones del mismo Estado, como lo son el BancoEstado y la Tesorería.
En síntesis, no hay tal «transferencia» de recursos (a título gratuito ni permanente) desde las instituciones públicas hacia la Banca privada, sino exactamente todo lo contrario. Lo único que hay en la modalidad de operación antes descrita es un beneficio financiero adicional neto y repetitivo por varios millones de dólares al año en favor del Tesoro Público.
Atentamente,
Sergio Frías Cervantes, Tesorero General de la República (2011 2014)
