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Mónica González: secuestrada en México, ultrajada en Chile Opinión

Mónica González: secuestrada en México, ultrajada en Chile

Eduardo Labarca
Por : Eduardo Labarca Autor del libro Salvador Allende, biografía sentimental, Editorial Catalonia.
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Existen ciertamente la libertad de prensa y la de las redes, y un medio digital no es responsable de lo que opinan sus lectores, aunque habitualmente tienen moderadores que filtran los mensajes. En este caso, los comentarios publicados sin censura, que en su mayoría atacan a Mónica González, tienen la virtud de que nos permiten asomarnos a un mundo lamentable pero real, que no vemos en la televisión ni en la prensa de papel.


La escalofriante experiencia vivida por la periodista Mónica González en México ha tenido en Chile réplicas alarmantes. En las redes sociales de nuestro país, ese territorio libre y dinámico donde las causas sublimes se codean con las manifestaciones más bajas, el secuestro de Mónica ha sido aprovechado por un sinnúmero de compatriotas para salir de las cloacas a verter su veneno maloliente en contra de la periodista.

Quizás lo que más conmueve en el relato de Mónica es que, mientras vivió su pesadilla, antes que velar por su propia seguridad, puso todo su empeño en proteger y salvar a la nieta que la acompañaba. Conmueve también que hasta hoy Mónica no pueda asegurar tajantemente quiénes eran sus secuestradores. ¿Fueron los crudelísimos Zetas o alguien que tomó su nombre para aterrorizarla y extorsionarla? Fuera como fuese, la periodista no tenía cómo comprobarlo –los secuestradores no le mostraron sus documentos de identidad ni le dieron su Rut– y hubo de plegarse a sus exigencias, ante todo para proteger a la niña que tenía a su cargo.

Cuando más de algún cibernauta chileno hace mofa respecto del suceso y asegura, por tincada o mala leche, que no fueron los Zetas, podemos imaginar el caso de una mujer que padece un portonazo y entrega las llaves de su 4×4 sin saber si el encapuchado que la encañona pertenece a una banda homicida y la pistola tiene bala pasada o si es un adolescente de 14 años empuñando una pistola de plástico. En ambos casos, el de Mónica y el de la automovilista, el sentido común y la experiencia recomiendan no oponer resistencia.

Por fortuna, nieta y abuela no terminaron descuartizadas como otras víctimas de los Zetas y el episodio tuvo un final “feliz”, si es que puede usarse esta palabra para una situación traumática de ese tipo. Sin embargo…

Sin embargo, ¿quién podía imaginar que, habiéndose librado las secuestradas sanas y salvas y encontrándose lejos ya de San Cristóbal de Las Casas y del territorio chiapaneca donde moran los Zetas, Mónica haya aterrizado en medio de otra jungla?

La jungla de nuestros compatriotas, hombres y mujeres que aquí en Chile se regocijan ante el acto criminal cometido por narcos o mafiosos mexicanos contra una mujer chilena y la nieta que llevaba a que conociera México.

No es preciso que vayamos a una población violenta o a la cárcel de Colina II, no, esa jungla y esas fieras son personas “honorables” que transitan entre nosotros, por nuestros caminos y nuestras calles. Sin correr riesgo alguno, vacían su bilis en los comentarios que suben con orgullo a las ediciones en línea de El Mercurio, perteneciente al magnate Agustín Edwards.

Existen ciertamente la libertad de prensa y la de las redes, y un medio digital no es responsable de lo que opinan sus lectores, aunque habitualmente tienen moderadores que filtran los mensajes. En este caso, los comentarios publicados sin censura, que en su mayoría atacan a Mónica González, tienen la virtud de que nos permiten asomarnos a un mundo lamentable pero real, que no vemos en la televisión ni en la prensa de papel.

Muchos de esos comentarios despiertan inquietud por el futuro de un país donde nos codeamos sin saberlo con personas que se refieren en términos simpáticos a los Zetas y expresan odio visceral hacia una mujer, una periodista chilena corajuda, que ha desempeñado un papel relevante en la investigación de los crímenes de la pasada dictadura y en el destape de la corrupción de las élites financieras y políticas del país. Quienes escriben esos comentarios, bajo nombres generalmente ficticios, nos recuerdan demasiado el tono del periodismo oficial en los años de la dictadura de Pinochet.

[cita tipo= «destaque»]¿Quién podía imaginar que, habiéndose librado las secuestradas sanas y salvas y encontrándose lejos ya de San Cristóbal de Las Casas y del territorio chiapaneca donde moran los Zetas, Mónica haya aterrizado en medio de otra jungla? La jungla de nuestros compatriotas, hombres y mujeres que aquí en Chile se regocijan ante el acto criminal cometido por narcos o mafiosos mexicanos contra una mujer chilena y la nieta que llevaba a que conociera México.[/cita]

En este punto, en vez de seguir escribiendo, he decidido esfumarme y dejar que hablen ellos mismos, los comentaristas del odio, porque leer lo que escriben puede servirnos de alerta y antídoto para que no olvidemos que, junto a nosotros, circulan personas de esta calaña. Aquí van algunos, solo algunos, de esos comentarios aparecidos el martes 9 de noviembre, sin corregir la ortografía ni cambiar una coma.

LA TERCERA ONLINE, cito algunos de un total de 118 comentarios: 

palote verde: Que lata que hayas sobrevivido vieja upienta… A la proxima sera y a la primera 1 solo plomazo y BASTA….!

manuel antonio gomez muñoz: Huele a humo, quiere un cargo ya que andan desesperados buscando adeptos, los zetas la habrían dejado charqui, puro cuento.

Mane Guzman Ruiz: que chanta la historia! ni su amigo el embajador le cree! al parecer esta señora de hoteles cinco estrellas quería pantalla! mucho tequila eñora!

Sergio Hermógenes Feliú Justiniano: Pero la dejaron ir al saber que poderosa Comunista.

Justo Claro: Yo creo que la marcaron por su cara de cuica, encopetada, rubia teñida y enjoyada que andaba disfrutando en hoteles de 5 estrellas. Son los riesgos del lujo capitalista, señora.

Junco Yop: Le faltaba prensa a la señora. A lo mejor quiere ser ministra.

Cristián de la Maza: En un tiempo mas, cuando necesite publicidad, dirá que la secuestraron los marcianos !!

Miguel Luis Ovalle Ortúzar: Que seguridad tiene que fueron » Los Zetas «, los que llevaron a cabo esta historia? Los Fusileros que intentaron matar al Presidente Pinochet, si fue cierto. Pero esta periodista investigadora posee un don especial para siempre ENLODAR sin pruebas aún establecidas, hechos de una barata película. Veremos qué saca en limpio el abogado Foulloux.

daniel diaz: Los secuestradores se aburrieron de escucharla y paragaron para que alguien la viniera a buscar.

alberto garcia: como tan wueona de irse a pasear a Mexico….todos los dias aparecen cuerpos desmembrados.

kike Kike: Por asquerosa y fea la devolvieron.

Miguel Luis Ovalle Ortúzar: Es tal el narcicismo y egocentrismo de esta mujer, sumado al intrincico odio que mantiene hacia los militares, que no le creí absolutamente nada. Tampoco me parece procedente que infunda terror a los turistas.

Marcelo Retamal Orellana: Que le avise al ministro corrupto carroza para que le paguen una cantidad de millones y que carroza abra un proceso y de ahí le regalan un puesto en la moneda, mula, chanta, picante no te cree nadie.

Marcelo Retamal Orellana: No te cleo dijo el chino, lo mas raro que nunca se supo nada esto me huele a chanchullo para algún pituto, yo creo que andaba de parranda con sus compadres del PC y terminó el viaje y quiso inventar un cuento para esto que habla, mas falsa que beso de chei.

EMOL, cito algunos de un total de 153 comentarios, varios de ellos premiados con más de 50 “me gusta”:

Juan Totedo: La vida de estos izquierdistas traumados; viven como reyes, se pasean por el mundo, disfrutan a todo chancho; y el pueblo -que dicen defender- tiene que salir a la calle por la pensiones. Se les perdió la moral.

Alex Kollmeier: Seguro la ayudó el Padrino GIRARDI con sus conexiones narco. Ahora le debe un favor más…

Claudio Alva: La soltaron por desagradable.

Carlos Sanhueza Hidalgo: Vieja comunacha deberian haberla dejado por allá.

Lola Mento: No es raro que esta mentirosa culpe al General Pinochet.

Christian Huettenrauch: La beca del General le sirvió a esta zurda. Aprendió francés.

Pedro Alfonso: Tipica Whyskerda, pero además Rubia teñida, hablando en frances y en un 5 estrellas……impresentable.

Pasteleriadefabian Vargas: Pinochet jue ..¡¡¡ descubrio esta mina que no esta muerto ..y se econde por alla.

Eduardo Torres: Exacto…, y andaba acompañado del mamo…

John Smith: Nah… Los guardias de la playa la sacaron porque estaba hablando muchas hu=vadas.

Rafael Andres Vargas Miranda: le pasó por vacacionar como facho… los zetas prefieron devolverla.

Ricardo Plaza: vieja mentirosa necesita estar en la noticia , peor estan en Chile con los portonasos y lo juecesillos a favor de los delincuentes , que se regrese a Francia vieja comunacha.

Juan Claudius: Si es verdad lo del secuestro, los secuestradores no soportaron a esta vieja comunista y latera, que la soltaron lo antes posible.

Pedro Quiros: De algo que sirva la alianza entre la izquierda y los narcos ??!!! Qué bueno que no les pasó nada los Zs son la peor escoria de latinoamerica.

Gonzalo Azocar: Porque no la dejaron alla.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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