Señor Director:
Al parecer la apatía y la antipatía que muchos chilenos han expresado con fuerza en la abstención electoral puede cambiar de rumbo. Por una parte porque son muchos los candidatos que han salido a la palestra y entonces podrán atraerse a más adeptos. Pero por otra parte porque entre tanta displicencia de los partidos políticos, los llamados outsiders tienen que esforzarse por proponer nuevos rumbos.
Y eso es lo que pasa con la convocatoria del precandidato José Antonio Kast, quien está intensamente focalizado a que los candidatos a concejales y alcaldes firmen un compromiso ético ante sus electores.
Lo cierto es que la iniciativa que impulsa el candidato pone el dedo en la llaga en lo que más importa en el desarrollo de las comunidades, a saber, contar con políticos que destaquen por saber anteponer el bien común al personal en cada una de las acciones en el cumplimiento de sus funciones.
Pero además, una iniciativa de esta índole es crucial porque la realidad nos indica que los principios éticos básicos de las democracias ha sido afectados desde hace décadas por diversos actos de descomposición tanto en instituciones como en muchos cargos públicos. Este sentido de la responsabilidad política va en la dirección correcta para orientar la función pública de nuestro país con miras a alcanzar un mejor nivel de probidad.
Resulta esperanzador que un político con aspiraciones presidenciales esté empeñado en impulsar esta renovada visión del servicio público. Ojalá que sean numerosos los candidatos que subscriban este compromiso ético municipal.
Germán Gómez Veas
Académico y consultor en materias de liderazgo y gestión educacional
