Señor Director:
Aplaudimos el compromiso del subsecretario de Pesca con trabajadores de Aysén que producto de un incendio ven en riesgo su estabilidad laboral. Su actitud es loable, pues la búsqueda del bien común y de los intereses de expresión social hacia los trabajadores es el camino correcto.
Sin embargo, hay otro incendio en desarrollo al otro extremo del país, donde más que tratar de mantener la paz social, el equilibrio en lo laboral y los empleos formales del personal embarcado de naves de pesca industrial, el subsecretario tiene una actitud opuesta. Sin ninguna justificación social, económica o biológica ha manifestado públicamente, y también en lo informal, su postura de no querer ratificar acuerdos ya validados en el Consejo Zonal de la Región de Tarapacá, con relación a las penetraciones a puntos pre acordados desde hace más de 20 años. Sería para él un “suicidio político”.
Triste que su mandato como servidor público se confunda con sus intereses personales, en el afán de dar una muestra ante la opinión pública de castigo a una empresa cuestionada por la relación política-dinero. No obstante, esta decisión del subsecretario no dañará a la empresa en cuestión, si no que los únicos perjudicados serán los trabajadores del Personal Embarcado que perderán sus empleos sin ninguna posibilidad de recuperarlos; pescadores sobre los 50 años de edad, con empleos formales, convenios colectivos, a los que se negará la posibilidad de seguir ganándose la vida en forma digna.
Óscar Alvear Ortega
Consejero Nacional de Pesca
