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Antropología y Medio Ambiente: la discusión para el 2017


No hay ecología sin una adecuada antropología, nos anunciaba el Papa Francisco en Laudato Si, enfocando la discusión ambiental en la persona humana, la cual y tal como lo señala el principio 1 de la Declaración de Río, ha de estar al centro de las preocupaciones del Desarrollo Sustentable. ¿Qué significa esto para el caso de Chile y los desafíos ambientales del 2017? Muy simple: la necesidad de incorporar claramente la dimensión humana y social en las políticas públicas ambientales chilenas. Para ello, elijamos tres grandes desafíos ambientales

En primer lugar están los temas de aire. Estando en pleno verano, ya nadie se acuerda la situación dramática de millones de chilenos expuestos a altos niveles de contaminación en la época de invierno. Al respecto, hay que recordar que de acuerdo al Informe del Estado del Medio Ambiente, la contaminación por aire causa alrededor de 4.000 muertes prematuras. Esta es una situación real y que requiere un enfoque antropológico, que vele especialmente por la persona humana y su entorno familiar, con medidas que apunten a su protección pero que al mismo tiempo no impliquen un menoscabo económico para los más pobres. Al respecto, resultará desafiante para el 2017 los nuevos planes de descontaminación por aire que se aprueben y que se implementen.

En segundo lugar, tenemos los temas de residuos, lo cual representa un gran desafío para el 2017, especialmente en lo que respecta a la implementación de la Ley de fomento del reciclaje y sus nuevos reglamentos. En una discusión que puede ser muy economicista entre productores, gestores y sistemas de gestión, es de esperar que el componente humano y social esté muy presente, entendiendo lo que significa las fuentes de trabajo relacionadas con el reciclaje y la cultura del descarte imperante que afecta especialmente a los más pobres, por la ubicación de micro basurales, vertederos y rellenos sanitarios.

[cita tipo=»destaque»]¿Qué significa esto para el caso de Chile y los desafíos ambientales del 2017? Muy simple: la necesidad de incorporar claramente la dimensión humana y social en las políticas públicas ambientales chilenas.[/cita]

En tercer lugar, y ya en una discusión a nivel internacional pero de la cual Chile es parte dados sus compromisos de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, resulta esencial incorporar la dimensión humana en las reglas que el país se genere para cumplir sus compromisos de reducción, de manera que ellas no afecten a los más vulnerables.

Finalmente, y a la luz de los desafíos mencionados, resulta fundamental el llamado que nos hace el Papa a la coherencia. Coherencia a la empresa, para que internalice las externalidades ambientales y sociales, coherencia al gobierno, para que el cuidado del medio ambiente también se refleje en el cuidado de la vida del que está por nacer y coherencia ciudadana, para que lo que decimos se practique.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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