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Lagos confuso

Por: Juan Montecinos Saa


Señor Director:

Carlos Peña, en sus clásicas columnas dominicales de El Mercurio, manifestó que Lagos debía defender la Concertación y morir con las botas puestas.

Peña tiene razón, Lagos debe hacerse cargo de su propia historia atendido no sólo lo que representó a partir del día del dedo allá el año 1988, sino además de todo lo que representó después con sus distintas actuaciones en los últimos casi 30 años.

Pero como todos somos generales después de la batalla, hoy podemos ver cuáles han sido los errores de Ricardo Lagos, y por qué lamentablemente para él, ninguno de los presupuestos de su candidatura se han dado como se esperaban.

Lagos, al igual que Riveros, Tarud y otros, observó que había una absoluta falta de liderazgos en la centro-izquierda para gobernar el país cuando Guillier aún no era digno de ser considerado en la ecuación. Ya había dos veces dejado pasar la posibilidad de su regreso. La primera cuando pretendió volver a la república conservadora de la primera mitad del S. XIX y exigió poder visar la plantilla parlamentaria, además de ser proclamado candidato de la coalición sin primarias, digno acto de Prieto, Bulnes y Montt, que obviamente no fue aceptado por lo cual Lagos nos castigó privándonos de su persona. La segunda vez tuvo que dejar de lado sus aspiraciones opacado por el fenómeno Bachelet.

Esta vez, parecía no haber competidores y se abstuvo de hacer peticiones exorbitantes, aunque no por eso su ego dejó de traicionarlo. En efecto Lagos quiso aparecer como un tipo revestido de contenido (que por cierto lo tiene) y escribió un libro y nos mandó a leer: “sí usted quiere saber todo lo que yo pienso y la gran cantidad de temas que abordo, vaya y lea mi libro”, así de simple como brutal. Y estaba en eso cuando emerge la candidatura de Guillier como un fenómeno mediático al que había que prestar atención y no quedarse en un simple “es bueno que más personas participen”, y Lagos sobre dimensionando nuevamente su peso y sub valorando las reticencias que despertaba, optó por el camino que parecía más obvio, el estrangulamiento político antes siquiera de discutir ideas, y adelantó contra todos los manuales de cómo se gana una elección su candidatura formal en casi 7 meses, apostando a cuadrar rápidamente al PS y al PPD, con eso atraer a la DC que no le quedaba otra alternativa y así ahogar al PR y sus ínfulas presidenciales con su candidato sacado de un set de televisión. Y por último, como la coalición llega hoy más a la izquierda que en los tiempos de la Concertación, y Lagos estaba seguro de contar con el respaldo del voto de centro y por cierto de ciertos sectores importantes de la derecha liberal, o como se ha dicho, el apoyo de la clase profesional, liberal, exitista y empresarial que dejaron los 20 años del arcoíris, Lagos fue a pasear a la izquierda buscando apoyos y queriendo aparecer renovado (nuevamente), según él tras analizar la crisis de los mercados a nivel internacional el año 2008 (algo que por cierto poca gente entiende).

Y las tres estrategias combinadas no podían resultar sino en un completo desastre (para Lagos), desde el plano de las ideas Lagos pasó de ser un tipo con contenido a un tipo confuso. Todos lo conocíamos y sabíamos de sus cercanías con los empresarios, su advocación a la colaboración pública-privada como re-llamó al principio de subsidiaridad de Jaime Guzmán, que fue uno de los tan solo tres gobiernos latinoamericano que implícitamente reconoció la legitimidad de los golpistas contra Chávez del año 2002 cuando muy pocos internacionalmente cuestionaban al Gobierno de Hugo Rafael, que poco tiempo antes de su actual candidatura había criticado fuertemente al gobierno de Bachelet acusándolo de tener a Chile en la crisis más grande de la historia. Y de pronto se viste de los colores de la izquierda y llora la muerte de Fidel Castro, y empieza a dar un discurso de arrepentido queriendo complacer la reticencia de los comunistas, desconociendo absolutamente que estos
eran los que se sentían más a gusto con el Gobierno de Bachelet porque eran los que se sentían más escuchados y provocaban con ello los aireados reproches de la DC; y que era eso lo que Lagos había criticado en el fondo tan fuertemente unos meses antes. Obviamente su discurso más de izquierda le hace mermar el apoyo donde siempre lo tuvo desde posiblemente la mitad de su gobierno en adelante, sectores que empiezan a desconocer sus nuevas ideas no tan claras por cierto, y ante eso si uno quiere saber lo que realmente piensa don Ricardo, tiene que ir a leer un libro, porque en el debate público, a su principal contendor de hoy día en su coalición no lo ha sacado a discutir un solo tema, pese a que ya está absolutamente fracasada su estrategia de ninguneo y hacerlo salir de la escena electoral por estrangulamiento político pre-eleccionario.

Y lo peor para él en esta confusión, es que no siendo Lagos hoy quien representa los valores del progresismo en materias de equidad y género, y con su antecedente de ser un liberal en términos económicos, sólo nos queda de él la idea vaga que representa más bien tan sólo un desarrollismo, una persona que quiere construir obras y más obras a punta de concesiones.
Por eso que estando aún a más de seis meses de la primaria, Lagos lo que tiene que hacer es ordenarse, dejar de pensar en estrangular a Guillier porque ya no lo hizo, y Guillier está poniendo temas que no se discutían en Chile desde antes del Golpe de Estado, en sus discursos ha tocado conceptos como “rentismo”, “asociatividad”, “cooperativismo”, en Chile no se defendían las Cooperativas como fórmulas productivas desde los tiempos de la Revolución en Libertad de Eduardo Frei Montalva. Un solo botón, mientras hoy para publicar en el Diario Oficial un extracto de constitución de empresa lo más probable es que el costo sea $0 (es decir el costo lo asume el diario), para publicar un extracto de constitución de cooperativas sigues pagando por palabras y por muy resumido que sea el texto terminas pagando sobre $200.000, esto porque cuando se discutió la ley con la que se quería impulsar la creación de unidades productivas abaratando costos de constitución
, todos se acordaron de las empresas, pero nadie de las cooperativas y estas simplemente no aparecen nombradas en los nuevos aranceles.

De esta forma Guillier se perfila como reformista, proponiendo profundizar el cúmulo de reformas impulsadas por Bachelet que gustan más a la izquierda que a la Democracia Cristiana actual (la de Frei Montalva hubiera estado conforme). Por eso Lagos está obligado a salir a discutir con Guillier desde la Concertación, o en términos de la Falange, desde el “Progresismo con Progreso”, y con esto re-encantar a su electorado natural y dejar de tratar de conquistar corazones que le serán esquivos, sólo así alguna posibilidad puede tener si lo apoyan sectores más de centro de la Concertación, el grueso de la DC y parte de la derecha independiente que ante la seguridad de Piñera concurra a la primaria a votar por Lagos.

No obstante debe considerarse que es difícil que el PS se ubique más a la derecha que el PR, ambos partidos vivieron casi completo el S. XX y el PS siempre estuvo más a la izquierda, por lo demás su Comité Central hoy está cada vez más dudoso de Lagos y las bases al parecer se convencen más de la opción de los radicales. Pero a Lagos le queda el PPD, un partido compuesto entre otros por un contingente de antigua derecha liberal que se opuso Pinochet, desde ahí se puede defender mucho más cómodamente a la Concertación y tratar de conquistar definitivamente a la tan esquiva DC, ya no para ahogar si no para competir con el otro sub-bloque.

Por cierto que en ese panorama cobran sentido las palabras de Tucapel Jiménez, no deja de ser esquizofrénico que el partido de al retroexcavadora, ahora sea el que apoye la gestión más de centro de Lagos, pero en política cada día tiene su afán. El Girardismo una vez más hace gala de su capacidad política y está planteando lo que realmente debe resolver el PPD, cuál es su programa o propuesta antes de definir nombres, porque apoyar a Lagos la única alternativa que deja hoy, tras el fracaso de las primeras estrategias, es aparecer más a la derecha que el PS y el PR y más cercano a la DC.

Si Lagos no toma la estrategia de defender con convicción a la Concertación está perdido, Guillier ya le ha cooptado mucho espacio y ahora es Lagos quien está atrás y necesita diferenciarse, habrá que ver por otro lado si el PPD está dispuesto a pagar ese costo, no vaya a ser que al final Lagos como Velasco, vaya a las primarias del bloque pero sin apoyo formal de partido alguno, eso sería para él ya un desastre total, tendría que explicar cómo llegó a eso, de ser un referente de todo un conglomerado a alguien que ningún sector político formal apoya. Ser independiente es una empresa que sólo han emprendido los aventureros y ninguno ha llegado a puerto, algo que ni siquiera el candidato advenedizo del PR ha estado dispuesto y ha condicionado su candidatura a tener apoyo de los partidos, sí algo así a Lagos le ocurriera, le conviene más colgar los botines.

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