Señor Director:
A propósito del nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología, mucho se ha hablado del rol que la entidad deberá cumplir en materia de generación de conocimiento científico-académico, sin embargo, falta discusión son respecto al papel que debería desempeñar en la traslación del conocimiento al mercado, asunto existencial para una entidad de este tipo.
A nivel nacional, entidades públicas como Conicyt y Corfo realizan una tremenda apuesta con miras hacia la generación de conocimiento, diversificación de nuestra economía, generación de valor agregado y posicionamiento de nuestro país. De hecho, se han logrado importantes avances que han sido destacados a nivel internacional. No es por nada que Chile hoy figura en los distintos rankings internacionales por contar con uno de los ecosistemas más sólidos -de la región- en materia de emprendimiento.
Dicho lo anterior, el desafío que enfrenta este nuevo Ministerio es enorme; y consiste en mantener este “momentum” y, lograr que en el corto plazo, las distintas iniciativas impacten a la sociedad. Ello se logrará si y sólo sí, el Ejecutivo tome como objetivo prioritario la creación de distintos marcos regulatorios que apoyen las industrias estratégicas.
En particular, la industria biotecnológica local se ve tremendamente amenazada por el marco regulatorio (o su desregulación en algunas materias). Tanto así que hoy arriesga a liquidar la fuerte inversión que se ha realizado en este campo.
Pareciera que Chile va en la dirección opuesta a países como Japón, Corea o incluso EE.UU. que más que aumentar la exigencia, hoy están aumentando en flexibilidad, para acelerar la llegada de nuevas tecnologías, como la terapia celular, al mercado.
Santiago Echeverría, Gerente de Desarrollo de Negocios de Cells for Cells y Consorcio Regenero
