Señor Director:
Poco se ha comentado en El Mostrador el lanzamiento del libro “ El Lobby Feroz”, del abogado y periodista Renato Garín que trata sobre la ley del “Lobby “ chilena y sus tremendos efectos en la sociedad y en el ambiente político y económico que vive el país , desde su apertura a la democracia, cosa que también es puesta en duda , según la visión del autor.
Aunque aún no he leído el libro, he escuchado por Radio Universidad de Chile, la entrevista de su autor efectuada por el periodista Juan Pablo Cárdenas, que me pareció muy interesante por los conceptos vertidos, que explican un sinnúmero de hechos que resultan de ese peligroso deambular de importantes personajes de la institucionalidad chilena por la frontera de los intereses públicos y privados , sin ninguna regulación o una ley que proteja realmente a la ciudadanía de estas negociaciones que la afectan directamente.
El autor compara la ley chilena al respecto con la ley de otros países y allí aparecen las grandes diferencias que explican ese clima enrarecido que se vive en Chile con las relaciones entre la política y el dinero, o en el tema de los abusos, de la colusión, de la ley de pesca, de las estafas ya institucionalizadas, de las cuales sólo se viene a tener noticias cuando el escándalo ha reventado o, inclusive, cuando los responsables ya han escapado de la justicia.
Una ley que sólo restringe y condiciona a las instituciones del Estado y no le pone condiciones mínimas a los intereses privados y, ante esto, todos hacen vista gorda de los acuerdos e imposiciones por ley en desmedro de la ciudadanía y de las condiciones ambientales, principalmente en los sectores políticos y de forma transversal, donde muchos se ponen una máscara para proteger sus compromisos de campaña electoral o sus propios intereses.
Plantea que los medios de comunicación tienen mucho que ver en esto y que el periodismo debería denunciar y estar permanentemente atento al actuar de las negociaciones y presiones del lobbismo chileno, como una medida patriótica de prevención y en pro de la democracia. Dice, inclusive, que algunos periodistas como él ya lo están haciendo.
Un tema muy a propósito en estos momentos en que se proponen candidaturas a la presidencia del país sobre las cuales se argumenta de algunas que no tienen sustento o suficiente “respaldo” o “apoyo político” para gobernar ( de quienes justamente han creado esta situación) u otras de las cuales se dice que existe un mayor “oficio” para lograr los “ necesarios acuerdos”.
Temas importantes para el país como el litio y otros temas que serían objeto de ley específica estarían en la mira.
Como conclusión me he puesto a pensar en lo rentable que debe ser en el país dedicarse a mediar sobre acuerdos en temas estratégicos e imposibles de tratar en el ámbito político, sabiéndose que nunca se va a llegar a nada. Sin duda, ante esta necesidad, se requiere una rigurosa regulación y estricta vigilancia para no ir cayendo de escándalo en escándalo.
Me pareció muy útil y me ha dado luces para ir definiendo mi voto y creo que voy a comprar y leer el libro si es que este ya no se encuentra agotado en librerías.
Julio Macari, Ingeniero Civil U. de Chile
