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Frente Amplio: ensanchar la ventana de oportunidad Opinión

Frente Amplio: ensanchar la ventana de oportunidad

Andrés Cabrera
Por : Andrés Cabrera Doctorando en Sociología, Goldsmiths, University of London. Editor Otra Frecuencia Podcast.
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El reordenamiento del tablero político actual ofrece la posibilidad de una disputa directa entre la derecha representada por Chile Vamos, coalición que al parecer llegaría con lista parlamentaria y candidatura presidencial única, y el Frente Amplio, que registraría también las mismas condiciones. Si el escenario retratado llegase a cuajar, la imagen que eventualmente entregarían las primarias presidenciales el próximo 2 de julio –montando la conflictividad inédita de las urnas de Chile Vamos y el Frente Amplio–, no sería más que la visibilización de que el reordenamiento de las fuerzas sociopolíticas ha alcanzado un punto de no retorno, con un desenlace incierto y abierto.


La lectura política que debiese adoptar el Frente Amplio, considerando los síntomas de descomposición que ofrece el escenario sociopolítico actual, es que perviven condiciones propicias para seguir ensanchando la ventana de oportunidad. Aprovechar las circunstancias que promueve el dinamismo de un escenario en crisis significa también transformarse, superar el carácter ‘emergente’ para consolidar una fuerza política ‘convergente’ y ‘dirigente’.

Los últimos antecedentes de importancia otorgados por la contingencia política parecieran avanzar en dicha dirección. Por un lado, la Concertación-Nueva Mayoría va, por primera vez en su historia, dividida a unas elecciones presidenciales.

Punto para Andrés Allamand: se comienza a configurar un escenario de ‘cuatro esquinas’. Sobre todo, si consideramos un segundo factor: la intensa campaña de refichaje impulsada en los últimos días por Revolución Democrática en conjunto con Nueva Democracia, Movimiento Autonomista e Izquierda Libertaria, pareciera haber llegado a buen puerto, según el conteo preliminar realizado por el partido y movimientos señalados. De este modo, la inminente aprobación del Servel significa que el Frente Amplio ha alcanzado las primarias legales. Beatriz Sánchez y Alberto Mayol competirán formalmente para definir quién será el rostro visible de la blitzkrieg frenteamplista.

A pesar de que es muy probable que la candidatura de Goic no logre ir más allá de las implicancias de una bajada negociada en agosto, la escisión asumida por la Democracia Cristiana en su junta nacional pareciera ser mucho más grave que un simple desgarro al interior del pacto oficialista. Peor aún, hablamos de una fractura expuesta. La descomposición de las coaliciones políticas tradicionales –de manera similar a las crisis políticas que atraviesan países como Francia, España y Grecia– se expresa en el debilitamiento de la centroizquierda convertida al neoliberalismo.

En el Chile actual, no solo nos encontramos ante la inapelable victoria de la táctica del ‘camino propio’, impulsada por el ala más conservadora de la DC, situación que ha provocado de facto la ruptura del “eje histórico” de la centroizquierda que ha predominado durante el proceso transicional. De un modo mucho más significativo, estos sucesos no hacen más que ratificar la tendencia que muestra el reordenamiento de las fuerzas sociopolíticas durante el segundo Gobierno de Michelle Bachelet: la formación de un sistema de partidos de “tres tercios”, con una derecha que parte con el piso mínimo de sus votantes “duros”, con un centro extremadamente debilitado y una izquierda emergente anclada a los movimientos sociales, que amenaza al pacto transicional y al orden neoliberal.

[cita tipo=»destaque»]Ensanchar la ventana de oportunidad, aprovechando las circunstancias de un escenario que juega a favor, será uno de los grandes desafíos para el Frente Amplio en la próxima etapa del concierto electoral. El principal objetivo táctico de los meses que restan: superar la cantidad de votos que obtendrá la derecha en las próximas primarias presidenciales.[/cita]

En efecto, lo verdaderamente catastrófico, en el proceso de descomposición de la Concertación-Nueva Mayoría, no es que este fraccionamiento ratifique la conformación de un sistema de “tres tercios” que termina modificando la lógica duopólica de los consensos, situación que por el flanco izquierdo amenaza al oficialismo con “comerle los hígados”, según la llamativa expresión de Genaro Arriagada, sino que –más grave aún– la posición que adopta este nuevo centro político contiene un desgaste que lo diferencia rotundamente de la relevancia alcanzada por el centro político durante el período previo a la instauración de la dictadura cívico-militar.

Si seguimos la caracterización realizada por Tomás Moulian para el período 1938-1973, durante este marco temporal se configura un sistema de partidos de “tres tercios” profundamente marcado y con un centro político capaz de regular la conflictividad inherente de los polos, derecha e izquierda.

Un centro debilitado por los efectos de la descomposición, es la gran diferencia entre el sistema de “tres tercios” que comienza a emerger en el Chile del siglo XXI y el que predominó en el siglo XX.

De este modo, el reordenamiento del tablero político actual ofrece la posibilidad de una disputa directa entre la derecha representada por Chile Vamos, coalición que al parecer llegaría con lista parlamentaria y candidatura presidencial única, y el Frente Amplio, que también registraría las mismas condiciones.

Si el escenario retratado llega a cuajar, la imagen que eventualmente entregarían las primarias presidenciales el próximo 2 de julio –montando la conflictividad inédita de las urnas de Chile Vamos y el Frente Amplio–, nosería más que la visibilización de que el reordenamiento de las fuerzas sociopolíticas ha alcanzado un punto de no retorno, con un desenlace incierto y abierto.

Ensanchar la ventana de oportunidad, aprovechando las circunstancias de un escenario que juega a favor, será uno de los grandes desafíos para el Frente Amplio en la próxima etapa del concierto electoral. El principal objetivo táctico de los meses que restan: superar la cantidad de votos que obtendrá la derecha en las próximas primarias presidenciales.

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