Señor Director:
Para nadie es novedad que la pena de cárcel ha quedado relegada a aquellos hombres y mujeres más pobres de la sociedad. Allí se les priva del contacto humano, familiar y social; aprenden o perfeccionan códigos de violencia que ejecutan tanto dentro como fuera de la cárcel; son despojados de los pocos ingresos que mantienen y luego lanzados de vuelta a la calle. Aquí en el medio libre, muchos esperan -ingenuamente- que tras esa horrible experiencia tengamos un ciudadano modelo que haga suya la misma ley que lo mantuvo apresado en las peores condiciones. Sabemos que ello no es así.
Sin demostraciones de acogida, integración y mejoramiento de sus condiciones, seguiremos perpetuando en contra de ellos las mismas lógicas de violencia que desde su infancia han venido padeciendo. Ante esto decimos con claridad que la cárcel, como la hemos comprendido hasta hoy, no soluciona nada, sino que incluso agrava el problema que pretende solucionar.
Es por todo esto que, como organizaciones de la sociedad civil, buscamos el día domingo 27 de agosto generar un hito histórico cargado de simbolismo cívico: a las doce del día rodearemos la cárcel de San Miguel -la misma donde murieron 81 internos el año 2010 producto de un macabro incendio- para darle un gran abrazo.
Queremos que nuestro abrazo traspase las barreras de ésta y todas las cárceles del país, para abrazar a cada uno de los más de 40.000 privados de libertad que viven -o intentan vivir- en el más completo abandono y precariedad. Y con ello decirles que no están solos, y que como sociedad nos comprometemos a luchar por acabar con las condiciones de miseria en las cuales se encuentran.
Sergio Faúndez Alarcón, ONG Leasur
Norma Villanueva Fernández, Vicaría de la Pastoral Social y Caritas
Jaime Muñoz Echard, Hogar de Cristo
Cesar Pizarro Pizarro., ONG 81 Razones
Danae Navia Silva, CVX Jóvenes Santiago.
Francisco Carreño Gómez, Grupo de Reflexión y Acción por la Paz – GRAP –
Benjamín Ulloa Gamboa, Colectivo Lucila Godoy Alcayaga
