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Nuestro territorio, fuente de inversión y crecimiento

Nivia Palma M
Por : Nivia Palma M Ministra Bienes Nacionales
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El extenso territorio fiscal que administra el Ministerio de Bienes Nacionales y que representa el 53,7 % de toda la superficie nacional, sin duda, además de su asombrosa belleza y el incalculable valor patrimonial y cultural, constituye una fuente de riqueza única que protegemos , pero que, sobre todo, tenemos la responsabilidad de gestionar de forma eficaz y sustentable para un desarrollo equitativo de todos los chilenos y chilenas, como también de las futuras generaciones de nuestro país, capital humano y social que es y será el pilar de nuestro desarrollo como sociedad.

Como lo ha planteado la Presidenta de la República, sabemos que el desarrollo y la inversión son vitales para crecer y aportar a una mejor calidad de vida de la población, porque entendemos que es la única manera de fortalecer la economía, apoyando al crecimiento de nuestra infraestructura, como también de iniciativas en diferentes campos tecnológicos y productivos que nos permiten tener una visión de país moderna, inclusiva y sostenible, que ha sido el acento que hemos puesto como gobierno en distintas iniciativas y espacios de trabajo a lo largo de nuestro territorio.

De esta forma, en el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, desde Bienes Nacionales, en lugar de vender el territorio, hemos privilegiado fórmulas de concesiones y arriendos de inmuebles fiscales para por un lado preservar, como Estado, la propiedad que es de todos y todas, y por otro, para incrementar los ingresos al Fisco, recursos que contribuyen a proyectar innovación para el futuro y priorizar políticas tanto sociales como productivas a mediano y corto plazo. En este caso, en comparación con el gobierno anterior, hemos superado la entrega de recursos financieros que por ley debemos realizar al presupuesto de los Gobiernos Regionales, hecho que también reafirma nuestra decidida política de descentralización. Desde 2014 a la fecha hemos aportadocerca de 115 mil millones de pesos a las regiones de nuestro país por concepto de ventas y concesiones de uso oneroso de inmuebles fiscales.

Por ejemplo en materia energética, área en la que Chile tiene un claro liderazgo mundial, siendo el país que más invierte en proyectos de Energías Renovables no Convencionales (ERNC) en América Latina y el Caribe;desde el año 2014 hemos otorgado 159 concesiones de uso oneroso a largo plazo (CUO) para la generación de energía solar y, en menor medida, energía eólica, que significan la entrega de 35.897 hectáreas para la producción de 7.094 Megawatts, con una inversión privada que sobrepasa los 14 mil millones de dólares, constituyéndose nuestro Ministerio en el principal proveedor de terrenos para ERNC.

Por otra parte, hemos establecido una línea de trabajo que apunta justamente a la inversión y el desarrollo económico a través de la entrega de inmuebles destinados a diversas áreas y una muestra son las concesiones onerosas a proveedores de la minería, las ventas directas a Codelco, y un gran número de inmuebles para proyectos productivos en varias regiones del país. Unido a ello, destacamos la licitación de 38 inmuebles, presentados en el catálogo “Territorio de Todos Para un Chile que Crece”, los cuales reúnen condiciones óptimas para la inversión e instalación de proyectos en las regiones de Arica y Parinacota; Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Maule, Biobío, Los Ríos y Aysén.

[cita tipo=»destaque»]Como Bienes Nacionales estamos conscientes que solo con la acción del Estado en un trabajo conjunto con la sociedad civil y la inversión privada, estaremos más preparados para un mundo que enfrenta permanentes cambios. Solo así podremos seguir impulsando el crecimiento como lo hemos venido haciendo, en forma decidida y transparente, en la perspectiva de un desarrollo sustentable, mirando de frente a las personas y las familias de Chile que son la principal riqueza que tenemos.[/cita]

Otra de nuestras áreas prioritarias ha sido el turismo, en donde nuestro país ofrece grandes ventajas y un enorme potencial de expansión en el mercado mundial del turismo sustentable y de intereses especiales. En esta materia, solo este año por ejemplo, hemos recibido ofertas para licitaciones por una inversión de 307.760,59 UF sobre 14.58 hectáreas de terrenos fiscales; y en lo que respecta a “Invierte Turismo”, proyecto creado el año 2016 y donde trabajamos el mapa de inversión de proyectos turísticos en terrenos de Bienes Nacionales, estimamos una inversión de 142 mil UF para una superficie de 585 hectáreas en las regiones del Maule y la Araucanía, por solo citar dos ejemplos.

Hemos dado un impulso importante a nuevas adjudicaciones y concesiones en todo nuestro territorio mejorando la gestión y el trabajo conjunto con el mundo privado y diversas áreas del sector económico tan importantes como la minería, la industria, construcción, manufactura, servicios generales y otros que potencian nuestro desarrollo económico.

En este sentido, hemos concretado ventas relevantes para diversos proyectos productivos que van desde centros recreacionales, medianos fabricantes, hasta plantas desaladoras de agua de mar, acopio de carbón o la construcción de las nuevas instalaciones de la Vega Central de Antofagasta que contemplan una inversión de 127.208 UF y que solo es una parte de la totalidad de ventas para proyectos económicos que representan en total, entre marzo de 2014 a julio de este año, un total de 423.509 UF.

Como Bienes Nacionales estamos conscientes que solo con la acción del Estado en un trabajo conjunto con la sociedad civil y la inversión privada, estaremos más preparados para un mundo que enfrenta permanentes cambios. Solo así podremos seguir impulsando el crecimiento como lo hemos venido haciendo, en forma decidida y transparente, en la perspectiva de un desarrollo sustentable, mirando de frente a las personas y las familias de Chile que son la principal riqueza que tenemos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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