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Lo que un sacerdote no puede hacer

Por: Claudia Leal


Señor Director:

Es claro que nuestra capacidad de asombro sobre las dinámicas de abuso y encubrimiento en la iglesia local ha tocado fondo, es claro también que seguirán apareciendo casos en la medida que se escuche la voz de grupos hasta ahora invisibilizados. Pienso en aquellos que solo al cabo de años caen en la cuenta de haber sido abusados, o de haber presenciado abusos. Pienso también en quienes hoy buscan respuestas y pistas para reconstruir relaciones y confianzas.

Me parece, entonces, que debemos comenzar a trabajar.

En el caso chileno, es importante comenzar por identificar de la manera más clara posible lo que nuncadebiera suceder, y nombrar algunas de las acciones que siempre debieran ponernos en alerta cuando las vemos en un sacerdote o en cualquier autoridad.

La investigación teórica y la experiencia práctica de iglesias de otras latitudes señalan la necesidad de desarrollar una ética profesional del sacerdocio, que articule derechos y deberes, y que oriente a toda la comunidad acerca de las características de relaciones sanas y humanizantes.

La lista que sigue no es otra cosa que un elenco de lo que ha sucedido. Se trata de patrones de abuso que gradualmente van avanzando hasta llegar al abuso sexual. Si logramos identificar estas dinámicas tempranamente y detener el abuso en sus etapas iniciales, podremos quizás volver a tener fe.

1. instrumentalización de las emociones

– autoatribuirse la paternidad (espiritual) de un huérfano de padre

– persuadir a otro de que depende afectivamente de su cariño

– castigar la distancia afectiva

– castigar la desobediencia

– prestarse como instrumento para castigar a otros

– pedir/exigir/ofrecer gestos afectivos: besos, abrazos, masajes

– tener “favoritos”

2. manipulación en beneficio propio

– alterar los parámetros de moralidad en menores de edad para beneficio propio

– instrumentalizar la vocación sacerdotal/religiosa de una persona para obtener beneficios personales

– exigir a una persona que delate a otra

– influenciar a una autoridad a través de un dirigido espiritualmente

– amenazar a otro a través de un dirigido espiritualmente

3. abuso en el contexto de la dirección espiritual y de la vida sacramental

– ordenar a alguien que se confiese

– autosugerirse como confesor o director espiritual

– “autorizar” las relaciones íntimas – o el matrimonio – de un dirigido espiritual

– autoatribuirse la capacidad de mostrar el camino seguro a la santidad

– hacer preguntas específicas sobre conductas no mencionadas previamente en el contexto de la confesión

– violar (amenazar con violar) el secreto de confesión

– definir el contenido de la confesión de un dirigido espiritual con otro sacerdote

– exigir obediencia a quien se dirige espiritualmente

– culpar a la víctima del abuso propio y perdonarla en confesión

4. abuso de poder

– atribuirse el conocimiento de lo que Dios quiere para la vida de otro

– amenazar – directa o veladamente – a otro usando información entregada en confesión

– castigar que un miembro de la comunidad/grupo/movimiento frecuente personas externas al grupo

– ordenar a alguien que corte relaciones con otra persona arbitrariamente

– ordenar a alguien que transmita información falsa sobre otra persona

– ordenar a alguien que mienta en su carta de postulación al seminario

5. abuso sexual

– acariciar/besar/tocar a alguien contra su voluntad o causándole incomodidad

– tocar los genitales por fuera de la ropa

– tocar los genitales por dentro de la ropa

– excitar sexualmente a otro contra su voluntad

– masturbar a otro contra su voluntad

– exigir que le practiquen sexo oral, masturbación o caricias íntimas

– violar a una persona

Claudia Leal, Facultad de Teología, Depto de Teología Moral UC

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