Señor Director:
El Estado ha demostrado ser incapaz de cumplir debidamente con la obligación de fiscalización ambiental en Quintero. Sin ir más lejos durante estos últimos 5 años la presencia real fiscalizadora de la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) ha sido deficiente en la zona. De acuerdo con el Sistema Nacional de Información de Fiscalización Ambiental (SNIFA) el Complejo Termoeléctrico Ventanas cuenta con siete Resoluciones de Calificación Ambiental (RCA) vigentes. Autorizaciones de funcionamiento, que se obtienen una vez culminado el proceso de evaluación del proyecto dentro del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, que no han sido fiscalizadas. Es sorprendente constatar que el SNIFA arroja que, desde el 2013 hasta la fecha, de las 54 fiscalizaciones realizadas por la SMA ninguna se ha referido al cumplimiento de las RCA en Ventanas. Esto es alarmante, en primer lugar, porque la ley obliga a la SMA a fiscalizar dicho cumplimiento de manera permanente (Art 3° Letra a) de la Ley 20.417). Segundo porque la evaluación ambiental y su consecuente RCA es el mecanismo por el cual se previenen los daños ambientales y se establecen las condiciones de monitoreo que garantizan que estos no se produzcan. Tercero porque las termoeléctricas son la fuente de energía más contaminante por sus emisiones a la atmósfera. Si bien aún no hay claridad sobre la naturaleza del origen de esta crisis de contaminación y salud pública, sí sabemos que no ha existido fiscalización por parte de la autoridad ambiental de las RCA de la Termoeléctrica Ventanas. Por lo tanto, es difícil creer que esto mejore sustancialmente con un sistema de monitoreo centralizado por el Estado que deja fuera la medición de ciertas emisiones tóxicas a la atmósfera, las cuales solo se contemplan en las RCA, las que no han sido fiscalizadas por parte de la autoridad ambiental.
María Celeste Santibáñez Pacheco
Abogada Fundación Geute Conservación Sur
