Señor Director:
El despliegue mediático de la industria pesquera protestando por los cambios que se vienen a la Ley de Pesca, no es más que una concertada “campaña del terror” para amedrentar al Estado de Chile.
Por una parte, aluden a la pérdida de 37 mil empleos directos y 40 mil indirectos. Pero lo cierto es que, según la Superintendencia de Pensiones, el total de trabajadores del sector industrial es de 23.358, incluida la acuicultura y, más de la mitad, pertenecen a esta última área que no se ve afectada por la norma.
Lo que la industria pesquera no aclara en su inserto, es que con la ilegítima Ley de Pesca lograron adquirir el 65,5% de la cuota de las principales pesquerías del país, en desmedro del 34,5% para la pesca artesanal (entre 2013 y 2018).
Por lo tanto, el fin de la llamada Ley Longueira, permitirá terminar con los privilegios entregados indefinidamente a la industria. Tema que no solo repercutirá en beneficio de los artesanales, sino que en la sustentabilidad de los recursos y en que éstos queden en manos de todos los chilenos.
Hernán Cortés
Presidente FENASPAR Chile