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Distopia Orwelliana en China

Por: Patricio Torres Luque


Señor Director:

Hace algunos años, recién llegado a impartir clases a la Yunnan Normal University (suroeste chino), me recibió en la estación de tren un alumno con función de edecán, encargado de ayudarme durante mi estancia en la universidad. El muchacho era de la provincia musulmana de Xinjiang, específicamente de la etnia milenaria uigur. Me contó acerca del control que ejerce el gobierno chino sobre aspectos religiosos y culturales de esta etnia, incluidos campos de “reeducación”, en donde aproximadamente un millón de chinos son adoctrinados para honrar el partido comunista chino, (cantando himnos, realizando ensayos de autocrítica y memorizando el libro rojo de Mao), con el único objetivo de cambiar sus creencias, religión e identidad.
Al regresar a Chile el 2017, seguimos en contacto con el muchacho utilizando su red social “wechat” (el WhatsApp chino), en donde me entregó más información acerca de la situación de los uigures, y la posibilidad de conseguir un permiso especial para poder visitar la región en un futuro viaje. Pasaron meses que no supe nada del muchacho; cuando fue capaz de contactarme a través de email, me comenta que su cuenta de wechat había sido interceptada por agentes de gobierno. La policía se presentó en la sala de clases, llevándolo a una reunión con el consejero de la Universidad, en la cual le advirtieron de que no podía seguir compartiendo información inapropiada con extranjeros, exponiéndose a expulsión de la universidad. Afortunadamente fue solo una advertencia.

Patricio Torres Luque,
Académico del Departamento de Gestión Organizacional de la UTEM

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