Señor Director:
Ya para todos es conocida la consigna “Los niños primero”. Incluso, en medio de estas convulsionadas semanas, nuevamente hemos escuchado que parte de la agenda que se pretenderá impulsar es la relativa a la niñez y la adolescencia. Estas leyes deben apuntar hacia una protección integral de los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes.
Desde el regreso a la democracia se han presentado muchos proyectos para contar con una ley marco que incorpore plenamente la Convención de los Derechos del Niño (2002, 2012 y 2015). Sin embargo, los proyectos que han logrado avanzar más rápidamente son los relacionados a la división del SENAME. Preocupa que la mirada de las autoridades hacia niños y niñas esté primordial y casi exclusivamente orientada hacia las vulneraciones de derechos que ocurren en el ambiente cercano y familiar de los niños, y no en aquellas que se generan por fallas estructurales del sistema, como la segregación territorial o la desigualdad.
Lo cierto es que, sin tener un piso mínimo garantizado para el ejercicio de derechos como la salud, una vida libre de violencia o educación de calidad, difícilmente podremos avanzar en una agenda que proteja universalmente a los niños y garantice el efectivo ejercicio de sus derechos.
Milagros Nehgme, Directora Ejecutiva de Corporación Opción
