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Chile y el pensamiento crítico

Por: Fernando Prieto


La ausencia de pensamiento crítico en nuestra sociedad como resultado de una educación deficiente tiene implicancias sociales serias, mucho mayores a las carencias individuales. Si manejáramos el proceso que utiliza el conocimiento y la inteligencia para alcanzar una posición razonable y justificada sobre un tema, con precisión y evidencias, estaríamos interpretando de mucho mejor forma las causas del descontento social. El ánimo y la esperanza de los chilenos serían otros.

Ya no hablaríamos de No+AFP, sino que pediríamos pensiones dignas. No hablaríamos de No+TAG, sino que solicitaríamos a las autoridades renegociar con las concesionarias nuevos contratos. Ya no demonizaríamos el lucro, sino a la ganancia mal habida, especialmente en un sistema educativo que no mejora su calidad. No haríamos una discusión nacional sobre cuántos estudiantes ingresan a la educación superior, sino que analizaríamos por qué cuatro de cada cinco estudiantes de los que ingresan, finalizan indignados con el sistema por haber tenido que desertar o por esforzarse tantos años para un título que no les sirve. No exigiríamos igualdad a todo evento, sino igualdad en las condiciones del juego. Queremos una cancha pareja, no que todos los partidos terminen en empate.

La mejor estrategia para eliminar las energías negativas que promueven los extremos, ya sea por ideologías o por mantener sus privilegios a cualquier precio, es iluminar ese espacio de discusión con lucidez, valentía y sabiduría, interpretando y planteando los verdaderos retos que tenemos como país. La candidata o candidato presidencial que lo logre y que nos convoque a superarlos juntos estaría haciendo una gran contribución a Chile.

 

Fernando Prieto

Gerente general de Pixarron

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