Señor Director:
Como activistas de las disidencias sexuales y de género, sentimos la responsabilidad de darle voz al malestar generado en nuestra comunidad trans por la rutina de humor emitida en el programa Mentiras Verdaderas de La Red, por parte del humorista Mauricio Palma (Violento Parra), quien cae en discursos de odio transodiantes cuando interpreta su parodia “Alejandro Trans”. En un contexto donde los crímenes de odio y la violencia en contra de las personas LGBTIQ+ ha ido en aumento, resulta violento que en canales de televisión abierto se dé espacio para rutinas pseudohumoristícas que lo único que generan es perpetuar la discriminación.
No es que no entendamos la “sátira”, como ha señalado el humorista, sino que nos parece dañina la transfobia y la negación del derecho a la identidad de las personas, basándose en consideraciones como la apariencia física y la expresión de género. El humor es una forma de expresión legítima que permite reírnos y criticar aspectos complejos de nuestra sociedad, pero no cumple su objetivo cuando se transforma en una herramienta de discriminación y opresión. ¿Cómo podríamos reírnos de los mismos discursos que han significado ataques y muertes hacia nuestra comunidad?
Hacemos un llamado a la televisión y los medios a dejar el morbo de lado y visibilizar las explosivas cifras de violencia hacia personas LGBTIQ+ y crímenes de odio en Chile. A visibilizar el aniversario de los nueve años del asesinato de Daniel Zamudio, los cuatro años que lleva durmiendo en el Congreso la Ley de Derechos Filiativos para Familias Diversas, el hecho de que actualmente hay tan sólo un 0,04 % de las candidaturas constituyentes sean LGBTIQ+, entre otras situaciones. El silencio es cómplice.
Constanza Valdés,
Emilia Schneider,
Rodrigo Mallea,
Franco Fuica,
Kris Córdova Durán,
Organizando Trans Diversidades (OTD Chile) y Disidencias en Red.
