Señor Director:
El pasado 10 de septiembre se conmemoró el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, efeméride que tiene como objetivo concientizar a la población sobre la prevención de esta problemática, fenómeno social que solo durante el año 2020 cobró la vida de 1.590 personas en nuestro país.
Para la Fundación Liderazgo Chile (FLICH) el suicidio debe ser abordado desde una mirada amplia, integral y transversal, y cuyo impacto se sienta en los distintos ramales de la sociedad. En este sentido, es importante destacar que nosotros mismos en este vínculo relacional que tenemos como comunidad podemos ayudar a sensibilizar a otros sobre este tema.
Conjuntamente, resulta vital reflexionar sobre las competencias que adquirimos a lo largo de la vida para afrontar momentos adversos, hecho que nos permitirá anticiparnos a la enfermedad y que posiciona a la educación emocional en un rol fundamental, por cuanto a través de ésta podremos desarrollar y validar nuestra autoestima, autoconcepto y autoapreciación, permitiéndonos fortalecer nuestro temple y encontrar aspectos positivos de nuestra personalidad y conducta.
Sin duda buscar estrategias que se anticipen a esta enfermedad es una de nuestras grandes tareas pendientes. Ser conscientes a de nuestras carencias emocionales y de los efectos de nuestro temperamento y conducta sobre los otros, nos permitirá encontrar espacios en los que podamos abordar el suicidio y otros problemas como la ansiedad, el stress, los comportamientos disruptivos asociados a la ira, la impulsividad y el menosprecio.
Como Fundación consideramos imperativo promover el aprendizaje para el desarrollo de habilidades socioemocionales y la construcción de relaciones justas, conscientes e integrales y que potencien el bienestar social, por cuanto solo a través de este proceso podremos lograr un clima propicio para abordar esta urgente problemática social.
Arnaldo Canales
Director Ejecutivo
Fundación Liderazgo Chile
