Señor Director:
El Mundial de Qatar es, sin duda, inédito en muchos aspectos: es el primer mundial que se realiza en Oriente Medio, el primer mundial del siglo en donde se prohíbe la venta de alcohol -ni en Corea/Japón sucedió-, y el primer mundial del siglo donde existe tanta polémica extra futbolística -del siglo, porque queda corto al lado de Argentina ‘78 o Italia ‘34-.
Lo que no es inédito, es el nombre que la prensa le ha dado con apenas una semana de iniciado: “El Mundial de las sorpresas”.
Sí, sorprende que equipos como Arabia Saudita derroten al campeón de América, o que Japón venza a una superpotencia futbolística como Alemania, pero estos resultados no dejan de condecirse con la tónica misma de todos los mundiales previamente disputados. En Sudáfrica 2010, Paraguay empató con Italia, la campeona del mundo; En Brasil 2014, Chile le ganó a España, la campeona del mundo; En Rusia 2018, Uruguay le ganó a Portugal, la campeona de Europa.
Mientras se disputan, siempre la prensa se encarga de catalogar al mundial de turno como “el de las sorpresas” ¿Fue en realidad alguno el mundial de las sorpresas? No.
Es válido emocionarse, pero caer en clasificaciones burdas con algo que se ha dado y seguirá dándose siempre los mundiales, habla mal de la prensa y de su memoria deportiva.
Bruno Navarro Cabrera
Estudiante
