Entendemos que no podemos solos, la colaboración y el impacto conjunto son vitales Es por eso que invito a las empresas –de todos los tamaños y sectores– a que tengan un compromiso con el agua.
La sequía sostenida en Chile nos tiene entre los 20 países con mayor estrés hídrico, donde la agricultura de regadío, las industrias y el abastecimiento de agua potable extraen en conjunto más del 80% del agua disponible.
En la Región Metropolitana, donde se concentra el 40% de la población del país, uno de los principales problemas es la dependencia del cauce del río Maipo. Al respecto, Escenarios Hídricos 2030 de Fundación Chile indica que con la demanda actual de agua necesitamos dos ríos Maipo para vivir.
Estoy convencida de que las empresas pueden ser grandes aliados de las comunidades, a través de sus compromisos ambientales que deben estar en armonía con las metas financieras. En Chile, estamos constantemente en la búsqueda de soluciones innovadoras y sostenibles, donde el apoyo de aliados locales como Fundación Chile, The Nature Conservancy, Kilimo y Agua Segura es fundamental.
Entendemos que no podemos solos, la colaboración y el impacto conjunto son vitales. Es por eso que invito a las empresas –de todos los tamaños y sectores– a que tengan un compromiso con el agua. Este es un trabajo donde el sector privado tiene mucho que aportar, sin dejar de lado sus objetivos de negocio; el país necesita una estrategia y acción coordinadas para transformarnos en agua positivo, es decir, devolver más agua al planeta de la que necesitamos para vivir.
Casos globales –como CEO Water Mandate de las Naciones Unidas– nos inspiran, pero el agua necesita una acción local con sentido de urgencia. Es en este sentido que el 1 de junio realizamos el lanzamiento del Pacto por la Seguridad Hídrica, el que tiene como objetivo movilizar a las empresas de todos los rubros y sectores a reducir el consumo de agua en toda la cadena de valor.
En el documento, los firmantes nos comprometemos a mejorar la gestión del agua en todas nuestras operaciones y buscar los mecanismos para mejorar la resiliencia hídrica de las cuencas en donde operamos. Asimismo, a incluir dentro de nuestras funciones un enfoque de manejo de agua que incorpore un enfoque de consumo responsable a lo largo de toda la cadena de valor y colaboración en torno a compartir las buenas prácticas y aprendizajes con diferentes actores.
Este es solo un ejemplo del compromiso y de los avances que podemos lograr entre varios sectores unidos. No es una iniciativa exclusiva, tenemos que ser muchos los que contribuyamos decisivamente a alcanzar la Seguridad Hídrica en Chile.
