Señor Director:
Existe una percepción ampliamente compartida que la precariedad en salud es un problema fuertemente sentido por el país, esto es corroborado por las encuestas que recurrentemente sitúan a la salud como una de las principales preocupaciones de la población.
Sin embargo la percepción de este problema no se condice con la baja respuesta de la sociedad civil, es decir, los colapsos en las urgencia, las lentas listas de esperas, la dificultad en el acceso a los medicamentos, la falta de especialistas en los hospitales; no tienen aún una reacción proporcional contra el sistema de salud.
No obstante un paso positivo de los últimos meses fue la constitución de la Mesa Social por el Derecho a la Salud, espacio que agrupa a sindicatos, estudiantes, y agrupaciones de pacientes y que refugia, en lo grueso, la idea de conferir a los movimientos sociales la posibilidad de instalar demandas en el espacio público y capacidad de enfrentarse contra los responsables del negocio en salud.
Este año es particularmente clave la fuerza que aquí pudiésemos aunar, puesto que la agenda del gobierno supone un tránsito de consolidación de la privatización de la salud en Chile. Se apuntalará tres proyectos cruciales para Piñera: la proliferación de Hospitales concesionados en todo el territorio nacional, la conversión de FONASA -“Plus”- en una especie de Isapre estatal y el avance de la postergada y cuestionada reforma de Isapres.
Por eso la convocatoria a la marcha familiar por el Derecho a la Salud para este sábado 06 de marzo, inicia un camino histórico y esperanzador. Nunca antes como ahora existió tanta confluencia entre los trabajadores y sus pacientes, entre estudiantes y organizaciones sociales que luchan por este derecho. La propuesta es convencer al país y comunicar al gobierno una convicción indeclinable: nunca más lucro en salud y más salud pública y, de la más alta calidad para nuestra población.
César Salazar Schneider
Médico
Movimiento Salud para Todos
