Señor Director:
A propósito de la Conferencia de las Partes (COP25) de las Naciones Unidas, que tendrá lugar en Chile, entre el 2 al 13 de Diciembre próximo, y el grave conflicto generado en Osorno, con ocasión de la falta de agua potable que provee la empresa Essal, cabe recordar, nuevamente, la importancia que reviste la ética en todo esto. Aristóteles, en su obra Ética a Nicomaco, la entendía como una ciencia para la práctica del bien del ser humano, aquella que busca la felicidad y la virtud. Pues bien, tanto el cambio climático como la falta de agua potable debe cuestionarnos sobre el actual sistema de organización de la sociedad, y cómo éste impacta al medio ambiente.
Este llamado de atención no provino de algún político, vino de una joven sueca de tan solo 15 años, Greta Thunberg, nominada para el Premio Nobel de la Paz. Ella, ante la COP 24, desarrollada en Polonia, en el año 2018, y bajo la atenta mirada de los líderes mundiales, expresó: “No podemos solucionar una crisis sin tratarla como una crisis. Necesitamos mantener los combustibles fósiles en el suelo y necesitamos focalizarnos en la equidad”.
Francisco Contreras Arc
