Señor Director:
A pesar del revés que vivió la niñez chilena con el rechazo en el Congreso al proyecto de ley para instaurar el kínder obligatorio, hay acciones –sin prensa ni polémica- de actores territoriales y políticos que sí están tomando en sus manos la entrega de educación preescolar a los niños más vulnerables. Esto, para luchar de verdad contra la desigualdad que comienza a instalarse desde los primeros años de vida, la llamada “condena de cuna”.
Se trata del Gobierno Regional de Los Lagos, empresas locales y ONG´S que conocen y ponen en valor los efectos virtuosos de entregar educación preescolar no sólo para los niños, sino también para sus padres, vecinos y comunidades.
Como fundación que trabaja empujando el carro de la educación desde la primera infancia y apoyando a los padres en su rol de primeros educadores, nos gustaría poder repetir uno de los hitos más importantes que hemos logrado este año: beneficiar con educación temprana, desarrollo integral y materiales didácticos a nada menos que 900 niños de la Región de Los Lagos, a quienes llevamos educación personalizada hasta sus hogares.
Hoy familias de las 30 comunas de la región tienen sesiones de educación temprana dos veces por semana y están aprendiendo a desarrollar, padres e hijos, habilidades que los acompañarán por el resto de sus vidas. Santiago no es Chile y desde esa mirada descentralizadora queremos invitar a los gobiernos locales y empresarios del norte, centro y sur del país a sumarse a este sueño de llevar desarrollo a través de la educación temprana a quienes más lo necesitan.
Cuando se articula Estado, privados y sociedad civil, olvidando sus diferencias y colores políticos en beneficio de un gran objetivo, estamos frente a una de las mayores riquezas con que contamos los seres humanos: contribuir a mejorar la vida de los otros y en este caso particular, de niños y familias que viven en contextos aislados y rurales, con menos recursos y oportunidades.
Como decía Mandela “la educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. En tiempos tan turbulentos, no lo olvidemos nunca.
Anne Traub, directora de Fundación Niños Primero (FNP) y Círculo Mujeres Power