Señor Director:
Históricamente los órganos de la administración del Estado no han sorteado una gestión eficiente. El caso destacable de este año es la Superintendencia de Salud, que ha demorado excesivamente los cientos de miles de procesos en trámite, lo que significa que los procedimientos se extiendan por más de 18 meses. En el intertanto, los pacientes no tienen respuesta a sus reclamaciones, por lo que procedimientos médicos o tratamientos se demoran (al punto de morir pacientes en la espera del proceso administrativo) o son demandados por las clínicas e instituciones de salud para que paguen cobros que, muchas veces, son improcedentes. Resulta urgente que la autoridad restablezca la gestión y eficiencia en este tipo de materias sensibles para recuperar la “dignidad”.
Carlos Fernández Villablanca
Abogado Sanitario UC
