Señor director:
El reciente anuncio del Presidente, Gabriel Boric, en la Cuenta Pública que en 2025 las ciudades de La Serena, Coquimbo, Ovalle, Valparaíso, Tiltil, Lota, Coronel y Osorno contarán con buses eléctricos, y que Copiapó se convertirá en la primera ciudad de Sudamérica con el 100% de su flota conformada por buses eléctricos, representa un hito trascendental en el camino hacia la movilidad sostenible y el cuidado del medio ambiente.
Vemos esta noticia no solo con entusiasmo, sino como una validación de nuestro compromiso con el desarrollo de tecnologías limpias y eficientes. La transición hacia un transporte más responsable y con menor huella de carbono es fundamental para enfrentar los desafíos ambientales que nuestra sociedad enfrenta hoy.
El despliegue de buses eléctricos en estas ciudades no solo contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también promueve un entorno urbano más saludable y habitable. Este avance es una oportunidad clave para transformar el transporte público, haciéndolo no solo más verde, sino también más eficiente y rentable a largo plazo.
Para que esta revolución en el transporte sea verdaderamente efectiva y sostenible, es crucial la participación activa y el compromiso del mundo público, privado y de la ciudadanía. La colaboración entre el gobierno y las empresas privadas puede impulsar la innovación tecnológica y garantizar la inversión necesaria para la infraestructura y el mantenimiento. Al mismo tiempo, la ciudadanía juega un papel esencial, no solo adoptando y apoyando estas nuevas formas de movilidad, sino también participando en el compromiso de mejoramiento continuo de los servicios de transporte.
La experiencia de Santiago, que cuenta con la mayor flota de buses eléctricos fuera de China, con alrededor de 2.000 buses, es un ejemplo inspirador. Creemos firmemente que la integración de estas tecnologías en la infraestructura de transporte público chileno es un paso crucial para cumplir con los objetivos de sostenibilidad y mejorar la calidad de vida de las personas.
Ignacio Urcelay
