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Científicos sin participación Opinión

Científicos sin participación

Jorge Babul
Por : Jorge Babul Programa Académico de Bachillerato Universidad de Chile
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La incorrecta restitución del Consejo de Cinicyt hace tres años dejó a la comunidad científica sin canales de participación. A esto se suma la incertidumbre del ministerio para la ciencia, ya que el Presidente de la República tiene un año de plazo (a partir de agosto pasado) para fijar la fecha en que entrará en funcionamiento y para determinar cuándo dejará de funcionar Conicyt.


En El Mercurio del 31 de octubre se entrevista al renunciado Presidente del Consejo de Conicyt Mario Hamuy, quien indicó que el funcionamiento de Conicyt no es fácil, que allí no todos comparten la visión sobre la agilidad que requiere la actividad científica y que no todos han pasado por la escuela de la investigación, lo que es necesario en un mundo con variados actores: los investigadores, los becarios, las universidades y directores de centros.

Es claro que no hemos avanzado mucho en nuestros intentos de ingresar al modelo de desarrollo basado en el conocimiento, ya que no tenemos una política clara de ciencia y tecnología. Con el fin de remediar esta situación, un primer paso fue la restitución del Consejo de Conicyt, lo que sucedió hace tres años. Por cierto que era necesario su reformulación y modernización, ya que estuvo sin funcionar por 42 años.

[cita tipo=»destaque»]Todo esto puede llevar más de un par de años, en los que la comunidad científica no tendrá participación en Conicyt, como tampoco la tuvo en la creación del ministerio, y donde tiene mucho que aportar. Es insensato pensar que podemos avanzar en ciencia, tecnología, conocimiento e innovación –palabras que lleva el nombre del ministerio –sin tomar en cuenta la participación de la comunidad científica.[/cita]

Dentro de sus funciones el Consejo debe formular el plan nacional y coordinar las actividades del sector público y privado relativos al desarrollo de la ciencia y tecnología. La dirección de Conicyt corresponde a su Consejo y dentro de sus integrantes incluye, a lo menos, a cuatro presidentes de secciones especializadas.

Cada sección debe tener un mínimo de doce miembros designados por el Presidente de la República. Las secciones existentes en 1967 eran de Ciencias Humanas, Ciencias Naturales, Ciencias Exactas e Investigación Tecnológica. En el Consejo actual – aun cuando añejo – no se han completado sus integrantes con los de las secciones, lo que permitiría la participación de los diversos investigadores de nuestro quehacer científico. Así, el actual Consejo es ilegal.

Entonces, la incorrecta restitución del Consejo dejó a la comunidad científica sin canales de participación. A esto se suma la incertidumbre del ministerio para la ciencia, ya que el Presidente de la República tiene un año de plazo (a partir de agosto pasado) para fijar la fecha en que entrará en funcionamiento y para determinar cuándo dejará de funcionar Conicyt.

Todo esto puede llevar más de un par de años, en los que la comunidad científica no tendrá participación en Conicyt, como tampoco la tuvo en la creación del ministerio, y donde tiene mucho que aportar. Es insensato pensar que podemos avanzar en ciencia, tecnología, conocimiento e innovación –palabras que lleva el nombre del ministerio –sin tomar en cuenta la participación de la comunidad científica.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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