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La miopía del Consejo Nacional de Televisión Opinión

La miopía del Consejo Nacional de Televisión

Jaime Mondría
Por : Jaime Mondría Actor y Gestor Cultural. Twitter @jaimemondria
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La miopía es una enfermedad a la vista que provoca visión borrosa de los objetos más distantes y algo similar parece ocurrir en el CNTV

Hace días conocimos la resolución del Consejo, que haciendo uso de sus facultades, a través de un decreto delimita el mecanismo a través del cual se designarán los minutos  de la franja televisiva para la campaña del plebiscito de abril, sobre la constitución y la formación de un órgano constituyente, dejando fuera a las organizaciones de la sociedad civil, a merced de la voluntad de los partidos políticos, que deberán ceder un espacio “tiempo significativo” a estas organizaciones.

Sin embargo el Tribunal Electoral  acoge a tramitación un recurso en contra de esta resolución, resolviendo que el CNTV debe modificar su dictamen y asigna a las organizaciones de la sociedad civil un tercio del tiempo televisivo de la citada franja.

La ley N°18.838, que crea el Consejo Nacional de Televisión en su Artículo 14 establece que “El Consejo deberá adoptar medidas y procedimientos a fin de asegurar que en los programas de noticias, de opinión y de debate político que se emitan por cualquier canal de televisión, se respete debidamente el principio del pluralismo.”

La misma ley en su Artículo 1° define pluralismo a través de un catálogo delimitado de preceptos que permiten entender cómo se concibe el término y sus efectos prácticos en la cotidianeidad “Para efectos de esta ley, se entenderá por pluralismo el respeto a la diversidad social, cultural, étnica, política, religiosa, de género, de orientación sexual …”

La resolución del Tribunal Electoral viene a comprobar que el CNTV no está tomando las medidas necesarias para que el amplio espectro político tenga cabida en un programa de opinión, el CNTV no contempla en sus resoluciones la diversidad de opiniones que coexisten en el Chile comienzos de siglo y esto quizá se deba a su composición binominal.

El CNTV ve distante y borroso el movimiento social y alega dificultad para seleccionar a las organizaciones que podrían participar de la franja, aduce no tener mecanismos y  demuestra que su mirada miope no le permite ver más allá de las paredes de la casa que alberga al Consejo.

Se agradece el valor de las Consejeras Esperanza Silva y Mabel Iturrieta y del Consejero Marcelo Segura por haber hecho pública esta situación, ya que la mayoría de las resoluciones que adopta el Consejo quedan cubiertas por un manto de secreto.

Han transcurrido casi seis años desde la promulgación de la ley que modificó al Consejo para permitir la introducción de la Televisión Digital y esta controversia con el Tribunal Electoral deja en evidencia que el Consejo aún no toma las medidas adecuadas para que el pluralismo realmente tenga un espacio en la Televisión Chilena del modo que la ley mandata.

La sociedad clama en las calles por más participación y el Consejo no puede decirle al Movimiento Social que para emitir opinión pública debe mediar con un partido político. La Constitución actual establece como un derecho la libertad de emitir opinión y la de informar, sin censura previa, en cualquier forma y por cualquier medio

Ahora es cuando el CNTV debe abrir el debate invitando a más interlocutores y más diversos, porque ya no es posible circunscribirlo a lo conocido hasta el momento y no puede justificar sus incapacidades en la ausencia de mecanismos, menos cuando la misma ley que rige al Consejo lo obliga a adoptar los procedimientos. 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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