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Primarias: la movida Opinión

Primarias: la movida


No habrá primarias para Alcaldes entre la Concertación y la Izquierda, todos estuvieron de acuerdo en no hacerlas, ya está esbozado el mapa de los acuerdos por omisión. Las 8 (son 346 comunas) primarias del FA son para “marcar territorio” y la tensión se dará en que la Concertación querrá imponer “el que tiene mantiene”: 130 alcaldías versus 10 de la izquierda, actualmente.

Para Gobernadores cada bloque hará las suyas, pero todas ya tienen definido al ganador. El animal ya está repartido, es bueno informarse: en la elección de Gobernadores habrá segunda vuelta en todas las Regiones, por tanto, la verdadera primaria en la oposición es la primera vuelta y las cartas ya están marcadas. Por ejemplo, en la Región Metropolitana ya está decidido que la “primaria” de verdad será entre Sebastián Depolo del Frente Amplio y Claudio Orrego de la Democracia Cristiana. El PS/PPD se aseguró cupo en Valparaíso con Aldo Valle, el PR en Magallanes con Jorge Flies que, además, fue un buen Intendente. En la segunda vuelta la derecha se verá enfrentada en todas las regiones por un opositor, aunque en algunos casos estará por verse si los perdedores en la oposición apoyarán al ganador de la primera vuelta.

El resto de los candidatos sabe de este arreglo, pero quedan en “pole position” para próximos eventos electorales. Así, en cada Región; analice cada cual la suya y verá con claridad el resultado. El cuento de la unidad -y las lágrimas de cocodrilo vertidas- son para la galería, una mofa: especialmente de aquellos que ya tenían acordado resucitar la Concertación e idearon este espectáculo para intentar pasar piola. ¿O alguien cree que la ingeniería electoral de sus listas a Gobernadores la inventaron el miércoles en la tarde porque el FA se fue al Servel? De eso se trata hoy la política: de elecciones, mal que mal son la esencia de la democracia, y no es un asunto trivial. Y desde que los humanos salimos de las cuevas, el espíritu de sobrevivencia nos lleva a buenos -y también degradantes- comportamientos.

Para nadie es ya un misterio que Chile vive de esos momentos de quiebre histórico que habrán de marcar las próximas décadas. Siempre en tales circunstancias hace falta alzar la cabeza sobre los árboles y escoger un rumbo, y eso es lo que principia a despejarse con esta “movida”, llamada el espectáculo de las primarias. Tal como el año 1987 se fue configurando el tono y contenido del cambio de una dictadura a una democracia que concluyó en una “transición pactada”, materializada con 30 años de alternancia del duopolio, Concertación/Chile Vamos; desde octubre 2019 se está configurando lo que todos llaman la “nueva época” de Chile, y esta primera escaramuza electoral está develando su derrotero.

Parte de la derecha se afinca en las barricadas y se prepara a resistir toda intención reformista a actual modelo político y socio económico, son los del rechazo. Otra parte se muestra disponible a concordar cambios “razonables” (aunque sin tocar lo esencial) con la Concertación, para mostrar buena voluntad van por el apruebo. La Concertación resucitada coquetea disponible y da muestras de “sensatez”: divide a la oposición con la “movida” de las primarias, debilitando el frente político de los comunistas e intentando fragmentar al Frente Amplio. Algunos de la Izquierda –alentados por los medios dominantes- se tentarán con “irse al monte” y abjurar de la política, con lo que restarán fuerza a la lucha por terminar con los abusos, mayor democracia y justicia social. Otros creerán que está todo perdido y no queda más remedio que buscar un lugar subordinado en la fiesta, a lo PRO en la Concertación. Pero el Chile de hoy es sustancialmente distinto al de hace 30 años; y el momento político es cualitativamente diferente. Está en marcha una poderosa corriente social que está recién despuntando y, sobre todo, una potente generación que se tomó la arena política sin pedirle permiso a nadie. El pueblo y la juventud confían en ustedes, el Frente Amplio tiene la palabra.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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