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El humanismo integral de Jaime Castillo Velasco Opinión

El humanismo integral de Jaime Castillo Velasco

Luis Maira
Por : Luis Maira Abogado, académico, político y diplomático
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Jaime Castillo Velasco fue el emblemático presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, al que la dictadura persigue y expulsa del país, primero en 1976 y, luego de su retorno en 1978, entre 1980 y 1983. Su actividad amplia y generosa en el escenario nacional y en la actividad internacional contra la violación de los Derechos del Hombre encuentra, así, un legítimo reconocimiento del Gobierno Municipal de la capital de Chile a uno de los grandes y valerosos héroes que el país tuvo en la defensa de la vida, la libertad y la dignidad de las luchadoras y los luchadores democráticos del pueblo chileno entre 1973 y 1990.


De todos los dirigentes democráticos a los que la Municipalidad de Santiago ha rendido homenaje en los 50 años del golpe de Estado de Augusto Pinochet, el de Jaime Castillo Velasco es el que tiene una mayor significación histórica, por la continuidad y fortaleza de su lucha amplia y llena de valor por los Derechos Humanos a lo largo de la dictadura. 

Castillo, uno de los principales fundadores de la Falange Nacional en 1938 y, luego, del Partido Demócrata Cristiano en 1957, desempeñó una importante función ideológica y fue el maestro de varias generaciones de dirigentes, a los que transmitió el pensamiento de la Doctrina Social de la Iglesia contenida en varios textos pontificios iniciados con la encíclica “Rerum Novarum” del Papa León XIII a finales del siglo XIX, y también de la corriente doctrinal inspirada en la visión del hombre y la sociedad de Santo Tomás de Aquino, conocida como Neotomismo, afianzada en el período de entreguerras y cuyo texto más emblemático fue El Humanismo Integral, de Jacques Maritain.

En el prolongado e interesante debate político intelectual que se extendió desde la caída del gobierno del general Carlos Ibáñez hasta el golpe de septiembre de 1973, Castillo fue un polemista emblemático en el debate filosófico entre el marxismo y el socialcristianismo. Entre sus interlocutores más destacados se encuentran los académicos Hernán Ramírez Necochea, del Partido Comunista, y Julio César Jobet, del Partido Socialista. Por ello, resulta más notable la lucha de Castillo en favor de sus antiguos contradictores del período democrático, a los que defendió sin excepción con gran coraje y dignidad cuando recibieron el ataque y la privación de la vida y la libertad por los aparatos represivos de la dictadura, primero a través de la DINA y, tras la disolución de esta, por la CNI. 

Jaime Castillo Velasco fue el emblemático presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, al que la dictadura persigue y expulsa del país, primero en 1976 y, luego de su retorno en 1978, entre 1980 y 1983. Su actividad amplia y generosa en el escenario nacional y en la actividad internacional contra la violación de los Derechos del Hombre encuentra, así, un legítimo reconocimiento del Gobierno Municipal de la capital de Chile a uno de los grandes y valerosos héroes que el país tuvo en la defensa de la vida, la libertad y la dignidad de las luchadoras y los luchadores democráticos del pueblo chileno entre 1973 y 1990.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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