¿Habrá margen estas últimas ocho jornadas para un tropiezo? Pareciera que no, porque azules y albos están enfocados en no ceder terreno para evitar un traspié crítico. Será un final de torneo emocionante con los –años antes– llamados “grandes” peleando palmo a palmo.
Tras la derrota de Universidad Católica en El Salvador y los triunfos de la U y Colo Colo, restando ocho fechas para el final del torneo, todo apunta a que la lucha por el cetro será solo de dos.
En efecto, si bien las matemáticas y los cálculos les dan opciones a los cruzados y deben jugar sin los dos líderes, pareciera una tarea muy compleja acortar los ocho puntos a la U y superar a los albos, que con un partido menos están cuatro unidades arriba.
La U se ve sólida en las últimas fechas, gracias a sus triunfos contundentes ante Unión Española, Cobreloa y O’Higgins. Tiene una dinámica de juego cada vez más consolidada y ganó más fuerza aún en la zona de volantes con la llegada de Aránguiz. Arriba, Fernández, Palacios y Guerrero viven un momento dulce con el arco rival.
Cuesta hacerles goles a los de Álvarez y en 22 partidos solo han recibido 17 goles.
Los albos están encima de los azules a cuatro puntos, claro que con un partido menos ante el complicado Huachipato (digo complicado porque los actuales monarcas están peleando por evitar el descenso).
Sin embargo, Almirón también ha logrado sacarle potencia a su equipo, tal vez sin grandes luces, pero sí ha sido contundente y práctico a la hora de sellar los juegos.
Colo Colo también cuenta con un par de individualidades que pueden marcar el sello de un encuentro, porque por ahora sus artilleros están con muy baja cuota de gol.
El tema pasa por ver cómo quedan los blancos al momento de enfrentar la llave de Copa Libertadores ante River Plate, que seguramente exigirá al máximo al equipo de Macul.
¿Habrá margen estas últimas ocho jornadas para un tropiezo? Pareciera que no, porque azules y albos están enfocados en no ceder terreno para evitar un traspié crítico. Será un final de torneo emocionante con los –años antes– llamados “grandes” peleando palmo a palmo.