Publicidad
El No Alineamiento Activo : Una opción para países del sur global Opinión Archivo

El No Alineamiento Activo : Una opción para países del sur global

Publicidad
Boris Yopo H.
Por : Boris Yopo H. Sociólogo y Analista Internacional
Ver Más

 Vivimos hoy en un mundo de grandes incertidumbres y desafíos, donde las reglas que definen el relacionamiento entre países se violan crecientemente, o se practican como “menú a la carta” por las grandes potencias.


Hace ya un tiempo, comenzó a instalarse en el debate académico y político, un nuevo concepto que ha tenido un alto impacto en el mundo de las relaciones internacionales : el del No Alineamiento Activo (NAA) . Originado a partir de debates al interior del Foro Permanente de Política Exterior, la idea central detrás del No Alineamiento Activo, es que estamos entrando a una nueva Era de rivalidad global entre grandes potencias, principalmente entre Estados Unidos y China, y que ello representa una disyuntiva para países pequeños y medianos del Sur, que son crecientemente “succionados” para tomar parte o para aceptar lineamientos cuyas dinámicas no responden muchas veces a los principios e intereses que estos países tienen en el desarrollo de sus propias políticas exteriores.

El NAA supone entonces, primero, que no hay una adhesión automática a las políticas de las grandes potencias, y que un país buscará alianzas y redes para resguardar sus principios e intereses, los cuales podrán converger en algunas ocasiones, y en otras no, con las políticas de grandes actores que hoy inciden de manera gravitante en el actual escenario internacional. Un buen ejemplo de ello, ha sido la política del gobierno del Presidente Boric frente a las crisis de Ucrania e Israel-Palestina (aunque en el discurso oficial no se use explícitamente el concepto de NAA, como tal).

En el primer caso, la postura de Chile es más convergente con la del mundo Occidental que apoya a Ucrania, por tratarse de una guerra de agresión que viola la integridad y soberanía territorial de este país, mientras que en el conflicto Israel-Palestina, si bien el gobierno ha repudiado los actos de Hamás del 7 de Octubre, al mismo tiempo ha denunciado y confrontado directamente a las autoridades de Israel por los graves crímenes y violaciones al derecho humanitario que allí cometen las fuerzas militares de este país, algo que Estados Unidos y buena parte de Europa, se han rehusado a hacer.

Valga la redundancia: El único alineamiento del NAA entonces, es con los principios e intereses que guían a nuestra política exterior, y esto entonces, nos puede ubicar en lugares distintos del tablero geoestratégico global, según sea el caso analizado en cuestión. Ahora ¿que tienen en común o distinto, el nuevo NAA y el antiguo movimiento de países No Alineados ? Bueno, primero, que este último se creó en otra época, la del período de la descolonización y la Guerra Fría, y por tanto la agenda internacional hoy es distinta a la de ayer, pero está la continuidad de una historia, de no querer forma parte de bloques militares de las grandes potencias, y el asumir que países del Sur tienen intereses muchas veces divergentes con las grandes potencias que deciden los destinos del mundo contemporáneo. Además, el  NAA no se define necesariamente como neutral ni equidistante, pues supone una “toma de posición activa” frente a los principales debates y conflictos del mundo actual.

Hasta el golpe militar de 1973 Chile era un miembro activo de los No Alineados, participación que se vio suspendida a raíz de esta tragedia que vivió el país. Pero nuestra presencia allí encontraba su fundamento en principios centrales de nuestra política exterior, que siguen hoy tan vigentes como ayer: la centralidad de nuestra condición latinoamericana y el respeto irrestricto al derecho internacional, la solución pacífica de las controversias, la intangibilidad de los Tratados, privilegiar el multilateralismo en el tratamiento de los grandes temas globales, y la defensa de la democracia y promoción global de los derechos humanos.

 Vivimos hoy en un mundo de grandes incertidumbres y desafíos, donde las reglas que definen el relacionamiento entre países se violan crecientemente, o se practican como “menú a la carta” por las grandes potencias, y entonces la posibilidad de reafirmar estos principios y nuestros intereses en este contexto, encuentra una base de sustentación conceptual y práctica importante en la doctrina del NAA, una matriz de pensamiento aún en construcción, pero que sin duda es una opción que responde a las mejores tradiciones de lo que ha sido históricamente nuestra política exterior en democracia.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

Inscríbete en nuestro Newsletter El Mostrador Opinión, No te pierdas las columnas de opinión más destacadas de la semana en tu correo. Todos los domingos a las 10am.

Publicidad