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Paz o guerra en Irak: período de subastas

Ni los llamados del Papa por la paz, ni las conversaciones de Tarik Aziz, vice primer Ministro irakí, ni las del Secretario General de la ONU con el Papa, desaceleraron la crisis con Irak. En estos momentos se ha emprendido una ronda de tanteos y presiones diplomáticas hacia los jefes de estado de los países para obtener una mayoría en el Consejo y declarar la guerra.


Mientras en la ONU surge un nuevo borrador de resolución por el «eje de la paz» entre Francia y Alemania -como se le llama en Europa a esta unión, Estados Unidos pone el acelerador
a los preparativos para la guerra sobre la base de las recientes informaciones en torno a la negativa de Saddam Hussein a destruir los cohetes en la última disputa con los inspectores.



Este rechazo de Saddam significaría que Irak quedaría prácticamente sin defensa posible ante una eventual ataque. Irak insiste en que dichas armas están dentro de los límites impuestos por el control internacional y otras
fuentes en el Golfo declaran que los cohetes en su mayor parte no estan en condiciones de ser utilizados. Esto confirma que las inspecciones de la ONU tendrían el doble objetivo de hacer cumplir la resolución 1441, y también operar en función del ataque.



Como lo expresó El Mostrador.cl el 22 de febrero, la acelaración hacia una «guerra ahora», anunciada por el secreatrio de la defensa Donald Rumsfeld, se concreta con el paso de las horas. La administración de Estados Unidos cerró filas en torno a una decisión rápida, despúes de un giro que casi se insinuó en el seno de los moderados en favor de la prolongación de las inspecciones.



También se han sumado forzadamente a esta frenética batalla contra el tiempo, el grupo de países -aparte de EEUU e Inglaterra-que decidirán el apoyo de la ONU a una guerra, todo bajo la éjida de una Segunda Resolución. Hugo Young, quizás el más lúcido analista británico del momento, en The Guardian el 19 de noviembre del 2002 había señalado que "Bush debe aceptar que ésta debe ser una guerra de la ONU".



Después remachaba con otro comentario el 3 de diciembre : "Paul Wolfowitz, el número 2 de Rumsfeld, uno de los más inclinados para un ataque antes que la luna brille en los desiertos, había perdido la batalla de la ONU pero no así la guerra".



¿Lucidez, información que se conocía pero no se divulgaba? Por cierto, comentarios premonitores. En ambos casos resumía el itinerario precipitado de una planificación de dos años, o una comedia diplomática forzada donde se destacaba una sola meta: sacar a Sadam Hussein del poder a través de un proceso de inspecciones que legitimaría el uso de la fuerza, con el apoyo de las Naciones Unidas.



A juzgar por lo expresado por Paul Wolfowitz en la revista Time, no importaba tanto la forma en que saliera Hussein como sí importaba sacarlo a toda costa para poder proceder a rediseñar el mapa del Medio Oriente, rediseño conducido por Donald Rumsfeld, líder de un grupo de civiles que se comportan como militares de tres décadas atrás. Asi los describó Susan Dowd del New York Times.



Ronda de «conversaciones»



Hoy es como se si hubiera abierto un periodo de subastas. La mayoría de editoriales de los medios europeos importantes -porque los norteamericanos, a excepción del New York Times y Philadefia Enquirer y a veces Los Angeles Times, todos están detrás de Bush- apuntan a un intenso período de negociaciones.



Pero la palabra «negociaciones» es un eufemismo, porque a nadie le cabe duda, que lo que Bush y su equipo diplomático han emprendido es más bien una ronda de extorsiones más o menos disimuladas detrás de una pátina de diplomacia. Los países se pondrán, por el otro lado, su precio.



"¿A quiénes vienen a engañar estas reuniones cuando la guerra estaba decidida entre las Naciones Unidas y Estados Unidos desde hace un año y medio?" dice a El Mostrador.cl una de las figuras cumbres del periodismo libanés. Claro él se refiere al Secretariado de la ONU, y mas específicamente a la oficina del Secretario General y no a los miembros de los países del Consejo. Si así fuera, estaríamos frente a un serio abandono de funciones.



La moral tiene un precio



La ronda de «subastas» de apoyo a Estados Unidos partió con Angola y Camerún antes de que comenzara el proceso de inspecciones este último diciembre. En esta dinámica de oferta y demanda a cambio de un voto en la ONU están participando desde hace tiempo organismos emblemáticos como FMI y el Banco Mundial.



En el nuevo diseño de este nuevo orden mundial que se empieza a dibujar con esta guerra, los organismos financieros nombrados ocupan un lugar esencial, lo mismo las agencias humanitarias. Este grupo de agencias ya han sido llamadas no solamente con la agenda de la reconstrucción del Irak y los colaterales en el Medio Oriente, sino que en el amplio espectro de los países que forman la votación del consejo.



En cada caso hay una implicancia de estabilidad regional. En Angola y Camerun se trata de dos países con deudas externas severas y problemas agudos de pobreza. Sobre todo Angola, que se encuentra en un estado marcadamente deteriorado por la renciete guerra civil, pero al mismo tiempo, puede hacer uso de su enorme potencial de recursos.



"El voto de Angola para apoyar la guerra está asegurado" nos dice un consultor británico de una empresa petrolera que conoce la franja occidental del Africa . "Estaban esperando una oportunidad como ésta para hacer frente a una situación que se empeora sin guerra. Es tal la situación de liquidez del país y desorganización que a Angola hay que hacerla de nuevo, excepto por la música y su gente que son de gran simpatía. Pero con simpatía y música no se hacen los países, por lo menos ahora", agrega.



Es conocido el interés de las empresas petroleras norteamericanas en toda la zna por las explotaciones petroleras que nunca han podido desarrollar todo el potencial que existe. "Las empresas de los Estados Unidos han estado vinculadas a Angola desde los tiempos en que los cubanos apoyaban al Gobierno en contra de Savimbi. Con la pérdida de la influencia cubana, ahora sin guerra, la influencia de las empresas es mayor», explica también nuestra fuente.



El voto de Camerún es más dificil por sus lazos con los países árabes e islámicos y su propia población que tiene una proporción importante de islamismo. Sin embargo, Camerún ofrece el flanco de los problemas de crecimiento y de deuda externa. "Serán fácil presa de los cazadores de votos, si les muestran liquidez sobre la mesa. En este sentido, el ejemplo de Turquía, aunque diferente por la geografía, es lapidario. Ahora nadie puede esconderse de que están actuando por un asunto moral ni de derechos humanos, porque en ambos países los regímenes no son tan distantes del de Sadam" agrega.



El factor chino



Otro «gallito» importante es el de China. Según una fuente, el asunto que explotó con Corea del Norte sería algo más que una concidencia: se trataría más bien de una fabricación desde el mismo seno de las Naciones Unidas, o sea la retirada
de los inspectores, para neutralizar el voto chino mas allá aun de la histórica abstención que este país registra.



Suena a tesis conspirativa, que de momento van en decadencia. Sin embargo, una fuente de Viena nos dice que el armazón alrededor de China es tan complejo que los chinos prefieren guardarse el veto y el voto, para las grandes batallas que se acercan con los Estados Unidos y hasta con Rusia.



Especular sobre el voto ruso es prácticamente inocuo porque, ya se sabe que no estará en la posición de Francia, porque eso significaría un quiebre mayor en el consejo. La misma razón es válida para China. Por lo tanto, se estima desde hace tiempo que a pesar de las estoicas posiciones de Francia, ésta se plegaría a un voto de mayoría.



"No podría quedar aislada y se vería como una derrota diplomática en circunstancias que EEUU había conseguido el apoyo de los nueve miembros del consejo. En este cuadro Chile por supuesto no va a parecer votando con Siria y con México en contra de la guerra», dice una fuente cercana al Consejo.



México y Siria son casos de destacar. Sobre todo la actitud del Presidente Fox, respondiendo a una consistencia histórica de su país. El despido de Castañeda su ministro de Relaciones Exteriores, que estaba a favor de la guerra, ya fue un indicio de esta posición.



Siria por su parte, enemigo histórico con Irak por un liderazgo en la zona se ha mantenido en la posición de la no intervención. Quizás los dos países con más antiguas culturas y con más consistencia en todo este episodio bélico.



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