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Instituto Nacional creará filial universitaria

El Consejo Fundador de la nueva universidad, encabezado por Luis Díaz Correa y compuesto por Sebastián Edwards, Antonio Skármeta, Fernando Villegas, Darío Calderón, entre otros, dio a conocer los detalles y motivaciones que lo llevaron a idear el proyecto que, afirman, buscará "equilibrar" la desigualdad en el ingreso al sistema de educación superior en nuestro país.


Curioso. Cuando más se cuestiona el número de establecimientos privados de educación superior que nacen y forman profesionales a destajo sin mediar la sobreoferta, un grupo de ex alumnos del Instituto Nacional, muchos quizás críticos del sistema, decidió hacer de su colegio una nueva universidad.



¿Por qué? "Lo que pretendemos con la creación de la Universidad Instituto Nacional es reestablecer el equilibrio perdido que ha impedido que alumnos con problemas económicos puedan seguir sus estudios. Es por eso con este proyecto buscamos incrementar la movilidad social que ha muchos permitió acceder a la universidad y que hoy tal vez no podrían hacerlo", comenta Luis Díaz Correa.



El nuevo establecimiento, que comenzaría sus funciones el 2005, ofrecerá las carreras de derecho, sicología, ingeniería comercial, licenciatura en ciencias sociales y matemáticas, las que tendrán en promedio cien vacantes cada una. Si bien aún no está resuelto el lugar físico que ocupará la nueva institución, lo que está claro es que no será en la sede actual del liceo donde se formaron Ricardo Lagos y Salvador Allende, dos de los dieciocho ex presidentes que cursaron sus estudios en el Instituto Nacional.



Asimismo, Díaz indica que ya ha sostenido reuniones con las autoridades del Consejo de Educación Superior, quienes "me han entregado todas las pautas y lineamientos del plan de trabajo que nosotros debemos efectuar para el desarrollo del proyecto".



Financiamiento y becas



La Universidad Instituto Nacional no tendrá dueños ni socios, puesto que el Consejo Fundador se dedicará sólo a administrar los fondos del modo que lo estipulen los estatutos, "por lo cual no es posible ninguna fuga de recursos", asegura el propio Díaz. En ese sentido, ya se estableció que la mitad de los excedentes que se obtengan serán destinados a la misma universidad, mientras que un 45 por ciento irá a proyectos destinados al colegio y el 5 a las obras de apoyo al Instituto que lleva el Centro de Ex Alumnos.



En cuanto al financiamiento, explica que se hará mediante las donaciones que la legislación tributaria establece, ya que "no existirán personas naturales que sostengan la universidad. De otro modo, se correría el peligro que se pase a funcionar como una especie de Sociedad Anónima con socios o dueños, cuestión que por cierto no queremos", dice.



"Por otra parte -agrega-, y como forma de promover la movilidad social a espejo del Instituto Nacional, la Universidad destinará un 30 por ciento de los ingresos a becas a los estudiantes, lo que permitirá que buenos alumnos de todos los planteles educacionales del país opten a educación gratuita o subsidiada producto de sus méritos académicos y escolares", apunta.



El sistema de admisión a esta nueva universidad, en tanto, será el mismo que determine el Consejo de Rectores para ese entonces a los establecimientos de educación superior. Sin embargo, ¿tendrán los institutanos un trato especial? Ricardo Peña, vicepresidente del Centro de Ex Alumnos, en primera instancia dice que "habrá que estudiarlo según el caso. Pero claro, si hubiera dos postulantes en una misma condición, y yo tuviera que tomar la decisión, le daría la preferencia al alumno del Instituto", confiesa.



"Queremos remecer a la sociedad chilena"



El año pasado, el alcalde de Santiago, Joaquín Lavín, desató la molestia entre los alumnos del Instituto Nacional al anunciar que en Maipú se instalaría una liceo con el mismo nombre. Luego de los tira y afloja entre el edil y los estudiantes se abrió la filial, pero con una denominación híbrida: Instituto de Maipú. Empate.



Al recordársele esta caso, Luis Díaz Correa inmediatamente rechazó la asociación, debido a que "el generador del proyecto es el Centro de Ex Alumnos del Instituto Nacional, entidad colaboradora del colegio y por tanto heredera y mantenedora de los valores institutanos. Por lo tanto, somos los encargados de velar por nuestras tradiciones y símbolos, y somos, creemos, los que tenemos el mejor derecho para proyectar a través del ejemplo del Instituto Nacional la formación de la Universidad".



Ricardo Peña por su parte, junto con compartir esta visión, cree además que es "necesario" que así sea. Además, complementa, "queremos rescatar que con fe, buena voluntad y con mucha vocación de servicio podemos generar estudios superiores solidarios y que muestren la justicia social y la equidad en el acceso a la educación superior para los ciudadanos más desposeídos de este país y que tienen los méritos".



– ¿Pero acaso no se están haciendo cargo de una responsabilidad que le corresponde a las universidades estatales, como la Chile?
– Eso no lo puedo responder, porque puedo entrar en conflicto con una universidad que el día de mañana va a ser una institución hermana, pues tenemos la misma cuna de origen. Pero más allá de eso, lo que deseamos es remecer a la sociedad chilena en el sentido que los valores y las políticas que hicieron posible que jóvenes sin recursos pudieran estudiar en la universidad no se pueden olvidar. Sabemos que no vamos a solucionar los problemas país, pero desde nuestro claustro académico podemos ser una voz importante, sin compromisos, para remecer la conciencia nacional y recordar que la educación no es un bien de consumo, sino un derecho.

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