Fueron 12 los diputados que suscribieron el documento, más dos que lo apoyaron sin firmar. A esta hora la directiva nacional aún no se pronuncia por los recientes hechos. La actitud de los diputados podría conllevar una eventual expulsión.
Pese al contundente fallo del Tribunal Supremo de Renovación Nacional, que le dio la razón a la directiva, los diputados rebeldes se niegan a aceptar los hechos y rechazan que los acuerdos adoptados en la Comisión Política Ampliada (CPA)tengan carácter de vinculantes hacia los parlamentarios. Así, lo que parecía ser el final de la polémica se constituyó en un nuevo elemento de desacuerdo.
De hecho, pasado el mediodía una docena de legisladores dieron a conocer una declaración pública, según la cual "los parlamentarios sólo en forma personal y voluntaria podrían aceptar la vinculación en la forma precisa de votar un proyecto de ley, decisión que cada uno tomará en su momento y en conciencia; sin perjuicio que en conjunto podamos concordar una solución común".
Resulta paradójico que quienes suscriben la declaración, de escuetos tres párrafos, son 14 diputados díscolos, varios de los cuales estiman que es número suficiente para formar una bancada independiente. Los firmantes del documento, encabezados por el jefe de la bancada Pablo Galilea, son además Lily Pérez -en ausencia , pues aún no regresa de Estados Unidos-, Alberto Cardemil , Francisco Bayo, Alfonso Vargas, Rosauro Martínez, Carlos Kuschel, Carlos Vilches, Mario Bertolino, Osvaldo Palma, Nicolás Monckeberg y René Manuel García.
A ellos se suman los diputados Maximiano Errázuriz que no habría firmado por no encontrarse en el Congreso, pero que adhiere a la posición de sus colegas y Roberto Delmastro, quien no querría aparecer públicamente respaldando con su firma la posición de los rebeldes, porque presentará su posición en el Consejo General.
El número 14 le debe traer recuerdos desagradables a Sebastián Piñera, que el año pasado debió enfrentar un primer levantamiento en la Comisión Política. En esa oportunidad, un grupo de parlamentarios y dirigentes, encabezados por la diputada Lily Pérez, generaron una importante crisis resuelta sólo luego que el presidente del partido confirmó que la vocación de RN es dentro de la Alianza por Chile y que el candidato mejor posicionado del pacto es el alcalde de Santiago, Joaquín Lavín.
La ruptura producida en ese momento nunca se superó por completo y un importante número de los integrantes del Grupo de los 14 de ese entonces, se repite en el conflicto que hoy enfrenta la colectividad.
Tras conocer la posición de sus pares, el diputado Arturo Longton -integrante de la directiva del partido- señaló que la mesa continuará en la línea de hacer respetar la institucionalidad del partido, palabras que en la mañana ya había recalcado Piñera.
Un poco más drástico en sus apreciaciones, Longton señaló que ya "no hay que darle más vueltas al asunto" y que el tema se deberá resolver en el Consejo General. El dirigente estima que allí se dividirán los diputados rebeldes, ya que algunos de ellos -cree- optarán por admitir los acuerdos que se adopten en dicha instancia.
Por otra parte, algunos legisladores del sector de Piñera creen que entre los diputados firmantes de la declaración, al menos la mitad ha actuado de manera "irreflexiva", por lo que les restan seriedad a sus posiciones.
En tanto, el diputado José Antonio Galilea, notoriamente molesto por el accionar de sus pares, destacó que las "tinterilladas no me interpretan para nada". Agregó que el Tribunal Supremo ya validó la Comisión Política Ampliada (CPA) y los acuerdos que en ella se adopten, "el resto es música". Recordó, además, que los partidos políticos son organizaciones a las que se ingresa voluntariamente, pero que en ellos hay que respetar ciertas obligaciones.
Los diputados rebeldes utilizan, en su declaración, similares argumentos a los utilizados por el senador Sergio Romero, es decir, se atrincheran en que el TS reconoce que la Ley Orgánica de Partidos Políticos prohíbe las órdenes de partido, por lo que estiman que los acuerdos de la CPA sólo tienen carácter voluntario, cosa que el fallo deja meridianamente clara en sentido contrario, cuando señala que "el acuerdo adoptado por la Comisión Política Ampliada, con fecha de 2 de junio del año 2003, no constituye una orden de votación a los parlamentarios del partido y, por lo tanto, no queda comprendida en la limitación a que se refiere el artículo 32 de la Ley Orgánica de Partidos Políticos".
Más aún, en el considerando 3, el fallo establece que "todos los miembros del partido están obligados a respetar y acatar las decisiones mayoritarias que el partido adopte a través de sus organismos".
Mientras tanto,en primera instancia ninguno de los diputados que suscribieron la declaración se negaban a dar imágenes y cuñas para los medios, lo que se podría interpretar como que ninguno de los legisladores firmantes aceptaron hacerse cargo del documento ni menos de la posición planteada. No obstante, durante la tarde el diputado Carlos Vilches planteó su posición.
Lo extraño es que asegura que está dispuesto a respetar las decisiones de la CPA, porque corresponde -dice-; sin embargo, precisa que lo que le molesta del fallo es la palabra vinculante que se utiliza para legitimar la instancia como mecanismo de acuerdos entre el partido y la votación de los parlamentarios.
Por otra parte, nadie se atreve a vaticinar lo que ocurrirá en el Consejo General, al cual se estima que asistirá el ex presidente del partido Andrés Allamand y no lo harían no Sergio Romero ni el senador Baldo Prokurica, de lo que algunos desprenden que también se restarán varios de los diputados que firmaron ladeclaración de hoy.
En tanto, trascendió que el ex senador Sergio Diez solicitó a la Comisión Política del lunes que el Consejo General sea abierto a la prensa, incluido el debate, lo que no se descarta que ocurra.
Además, trascendió que esta noche se efectuará una reunión de lote, en el Congreso, en la que participarán todos los parlamentarios rebeldes, con el fin de no llegar -dicen- a improvisar al Consejo General, sino por el contrario tener intervenciones «contundentes».
