Mientras algunos ministros del máximo tribunal están incómodos por la actuación que tuviera el ministro Hernán Álvarez, en su calidad de presidente subrogante, éste alto magistrado dijo a El Mostrador.cl que se encuentra molesto por el comunicado de prensa elaborado por sus pares. «En el Pleno no hubo una votación, pero tampoco hubo críticas, ninguna voz drástica que se opusiera», señaló.
La aceptación que entregara el ministro de la Corte Suprema Hernán Álvarez a la postergación por seis meses de la entrada en vigencia de la Reforma de Procesal Penal en la Región Metropolitana la semana pasada, actuando en su calidad de presidente subrogante del máximo tribunal, originó una singular pugna al interior de esta instancia.
Tras la llegada del presidente titular, Mario Garrido Montt, la Oficina de Comunicaciones de la Suprema emitió un comunicado de prensa dando cuenta de que el máximo tribunal "nunca adoptó ningún acuerdo sobre esta eventual postergación". Los ministros, dice el comunicado, fueron informados en el pleno realizado el martes pasado -al que concurrió el ministro de Justicia, Luis Bates- de la necesidad que tenía el Gobierno de postergar la implementación de la Reforma en la RM.
Tras conocer el comunicado de Relaciones Públicas, hoy el ministro Álvarez reaccionó a dicha publicación, sosteniendo a El Mostrador.cl que se ha desvirtuado el "verdadero sentido de lo que ocurrió". Dijo también estar "molesto" por la actuación que han tenido algunos de sus colegas en este tema.
"En el comunicado se hace aparecer como que yo hubiera tenido una participación personal en el tema. Es una publicación que no se ajusta a la realidad", dijo.
Explicó que los ministros de Justicia y Hacienda lo invitaron el 24 de septiembre, después de un Consejo de Gabinete y en su calidad de presidente subrogante de la Suprema, a una reunión donde le manifestaron que había dificultades para el buen ingreso de la Reforma en la Región Metropolitana. Esto, principalmente por falta de recursos para capacitar a organismos auxiliares de la Justicia, como son las policías y el Servicio Médico Legal (SML).
En esa oportunidad se le dijo que el Gobierno postulaba la posibilidad de postergar la Reforma para el 16 de julio de 2005.
"Yo les manifesté al ministro Bates que no podía dar una opinión personal y que era conveniente que explicara al Pleno esta situación. Así, el lunes 27 di cuenta en un Pleno Extraordinario que se realizó ese día, y hubo acuerdo para invitar al ministro. El martes se realizó esa reunión, donde el Gobierno hizo una extensa exposición de los antecedentes y las razones que tenía para postergar la Reforma", señaló.
El ministro Álvarez sostiene que en esa oportunidad ofreció la palabra a los otros integrantes del Pleno para que dieran su opinión. "El ministro (Marcos) Libedinsky y yo dejamos claro que el Poder Judicial estaba preparado para iniciar la Reforma en el plazo fijado por la ley, pero que por los antecedentes que se nos comunicaron, y no siendo nosotros los únicos actores en este proceso, entendimos que se comprometía la eficiencia y que por eso estuvimos dispuestos a aceptarlo", agregó.
El alto magistrado puntualizó que "en el Pleno de ministros de aquel martes hubo una muy buena recepción a la exposición" del ministro de Justicia. "No hubo una votación, porque no podía haberla, pero tampoco hubo críticas, ninguna voz drástica que se opusiera. Sólo recuerdo algunas aprensiones explicitadas por el ministro (Alberto) Chaigneau", precisó.
El ministro Álvarez recalcó que en el Pleno no hubo aplausos, pero sí una comprensión generalizada. "Aceptamos el rigor y la seriedad de los antecedentes y es por eso que me llama la atención que se haya generado este comunicado", agregó.
Remarcó además que siempre actuó como presidente subrogante y no a título personal. Explicó que en base a esta situación fue que firmó un documento, donde se aceptaba la postergación de la Reforma Procesal Penal en Santiago, texto firmado por todos los representantes de los organismos que participan en el proceso.
El alto magistrado indicó que esta mañana le manifestó la situación al presidente de la Suprema, Mario Garrido Montt, momentos antes de partir rumbo a Antofagasta, en su calidad de ministro visitador de la zona. En esa oportunidad, Garrido le comunicó que fueron algunos ministros de la Segunda Sala Penal de la Suprema los que le plantearon su incomodidad por la aceptación de postergar la reforma y que fue ése el origen del comunicado de prensa.
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