Intendente metropolitano se reunió en forma reservada con los directores del Sesma, la Conama RM y el gerente general de KDM. El objetivo del encuentro era persuadir al responsable del relleno Loma Los Colorados de que ayudara al Gobierno a sacar a Santa Marta de la crisis por la que atraviesa.
Fracasó el intento del Gobierno Regional por salvar al relleno sanitario Santa Marta. La operación encabezada por el intendente Metropolitano, Marcelo Trivelli, para rescatar a la empresa de la crítica situación económica por la que atraviesa, terminó sin éxito y dejó al depósito de Talagante en una posición difícil de sostener.
El plan gubernamental, reconocido a El Mostrador.cl por fuentes próximas a la Intendencia, consistía en persuadir a la compañía KDM, responsable del relleno sanitario Loma los Colorados, de que se sometiera a una nueva Evaluación de Impacto Ambiental, con el objeto de obligarla a reducir la carga mensual de residuos sólidos domiciliarios que recibe actualmente. Una vez hecho esto, la diferencia de basura sería trasladada hasta el relleno Santa Marta que, al ver aumentado sus depósitos (y, naturalmente, sus ingresos), comenzaría a salir de la severa crisis por la que atraviesa.
Lo anterior liberaría a Trivelli de enfrentar el costo político de ver fracasado un proyecto con el que el mismo se ligó desde que asumió su cargo, cuando prometió cerrar el vertedero de Lepanto el 30 de abril de 2002. Para ello entonces gestionó personalmente la apertura de Santa Marta como alternativa para el cuestionado basural, según reconocen en el Gobierno.
El día clave de la nueva maniobra emprendida, en un período pre eleccionario, estaba en la reunión que mantendrían las autoridades regionales con los directivos del relleno de Til Til, la semana pasada. Al encuentro, realizado el miércoles 3 de marzo, asistieron el intendente Marcelo Trivelli, la directora del Servicio de Salud Metropolitano del Ambiente (Sesma), Soledad Ubilla, el director de la Comisión Nacional del Medio Ambiente Metropolitana (Conama-RM), Pablo Badenier, y el gerente general de KDM, Patricio Gaete.
En la oportunidad (y tras una breve discusión sobre la disposición de una carga de lodos proveniente de La Farfana), Trivelli planteó, seguido por Ubilla y luego por Badenier, que la compañía debía someterse a una nueva Evaluación de Impacto Ambiental, en vista de los cambios que había sufrido recientemente el proyecto, particularmente la construcción de una piscina de lixiviados que no estaba en la propuesta visada por el estudio. La compañía respondió que sí habían pedido las autorizaciones correspondientes y que esta modificación en particular no justificaba un nuevo estudio. Tras lo cual agregaron que, además, aquí se aplicaba el silencio administrativo, por la tardanza de la autoridad en manifestar su parecer y que estaban dispuestos a defender este punto judicialmente.
Esta respuesta de KDM no era útil para los objetivos de la autoridad regional, que pretendía solucionar los problemas de Santa Marta a la brevedad. Trivelli, molesto, pidió entonces a Ubilla y Badenier (encargados de justificar técnicamente el mandato de la autoridad) que se coordinaran para no pasar más fiascos como éste. Lo anterior, previsiblemente, provocó también roces entre Ubilla y Badenier, que se responsabilizaron mutuamente de lo ocurrido. Santa Marta, de paso, quedaba y sigue estando, en un hoyo financiero difícil de salvar.
Implicados reconocen y justifican la controvertida reunión
Poco a poco fueron reconociendo ayer los implicados este nuevo lío de la basura que puede dejar a Santa Marta en la quiebra. El primero en referirse al tema fue el gerente general del relleno en crisis, Rodolfo Bernstein, quien admitió que atraviesan una difícil situación económica. Aunque el empresario negó que hubiera pedido al intendente intervenir en favor de su compañía para aumentar la carga (que actualmente alcanza las 55 mil toneladas al mes), sí dijo que informaron al Sesma de su situación esperando alguna ayuda.
En concreto, solicitaron el aumento de tarifas de los municipios de Emeres con los que mantienen contrato. «Pedimos una tarifa de acuerdo a nuestros estudios y sin esa no se puede sobrevivir. Va a llegar un minuto, no sé cuando, en que no se pueda seguir recibiendo basura. Ojalá ese minuto no llegue y que el Gobierno tome partido, no sé si el Sesma o Intendencia, y estudiemos una estructura tarifaria de acuerdo a las exigencias que nos han hecho». En otras palabras, ya sea vía aumento de la carga o del precio por tonelada, si Santa Marta no aumenta a la brevedad sus ingresos, cerrará sus puertas.
Específicamente sobre la reunión, ayer por la mañana, Pablo Badenier no aceptó ser entrevistado por este medio. No obstante, uno de sus asesores transmitió un mensaje suyo sosteniendo que éste no sabía de ningún encuentro con KDM para tratar el tema de Santa Marta. Afirmó, además, que en la reunión del miércoles pasado solamente se habló del tema La Farfana.
A media tarde, el intendente Trivelli admitió que en la reunión con KDM sí se conversó de otros temas, además del traslado de lodos de La Farfana. «Básicamente, nos reunimos para conversar. Estaban presentes la directora del Sesma y el director de la Conama RM. Sus ejecutivos (de KDM) habían solicitado esta reunión hace bastante tiempo. Hablamos varios temas internos del funcionamiento de la empresa«, aseveró.
Sin embargo, negó de plano que la cita fuera para solicitar una rebaja de la carga de basura para enviar a otro relleno sanitario. «No se habló de rebajar la carga a ese relleno para enviarla a Santa Marta, si alguien lo dijo, no fue así».
Más tarde y consultado por este encuentro, el gerente general de KDM, Patricio Gaete, dijo que en la «reunión», fue «la misma directora del Servicio de Salud del Ambiente quien nos ha dado ha conocer que ella desea que KDM reingrese su proyecto al Sistema de Estudio de Impacto Ambiental».
Tras resaltar que no están dispuestos a acceder a esta petición que consideran injusta, planteó que «cuando con la misma consideración se exigen cosas distintas, cuando no hay una equidad en la aplicación de la ley, obviamente que nos llama la atención».
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