Ministro de Transportes admitió ayer que el retraso en el inicio de operaciones del plan Transantiago podría dejar en nada uno de los principales compromisos medioambientales de la Concertación.
"Yo no le puedo garantizar que no va a haber preemergencias (el 2005)". Con estas palabras el ministro de Transportes, Obras Públicas y Telecomunicaciones, Javier Etcheberry, echó por tierra uno de los principales compromisos medioambientales de la Concertación: terminar con estos episodios críticos de contaminación atmosférica el próximo año.
A juicio del ministro, el retraso en el inicio de operaciones del plan Transantiago, que ya no será en mayo del próximo año, sino que en agosto del 2005, deja abierta la posibilidad para que ese invierno se produzcan estos eventos. Esto, debido a que una de las metas del proyecto era contribuir a desincentivar el uso del automóvil, además de promover la utilización de tecnologías limpias en los microbuses, lo que ya no sucederá en la fecha programada.
No obstante este reconocimiento, el Secretario de Estado recalcó que "a partir de agosto del próximo año ya habrá buses mejores, que van a contaminar mucho menos, y eso va a disminuir la probabilidad de que haya preemergencia".
Por lo tanto, según la autoridad, al menos el próximo invierno el Índice de Calidad del Aire por Partículas (ICAP) podría superar los 300 puntos, con las consiguientes consecuencias negativas para la salud de la población, particularmente niños y ancianos.
El origen y los herederos de la promesa
La promesa de terminar con las preemergencias el 2005 viene desde el 2001, cuando el entonces director de la Comisión Nacional del Medio Ambiente de la Región Metropolitana (Conama RM), Gianni López, y el ex ministro Secretario General de la Presidencia, Alvaro García, se impusieron esta ambiciosa meta.
Claro que en esa fecha el propósito fijado no parecía imposible de cumplir, ya que la reformulación del Plan de Descontaminación de la Región Metropolitana contemplaba el retiro de 2.700 buses el 2004 y el mejoramiento de la calidad de los combustibles, lo que los hacía estar optimistas. A esto se sumó el 2002 la promesa de parte de Transantiago de contribuir a la descontaminación, lo que sólo acrecentó la confianza de las autoridades.
Tanta era la confianza del Gobierno que no sólo los gestores de la idea sino que también sus sucesores no dudaron en hacer suya la promesa de terminar con las preemergencias el 2005. Entre ellos están el ex intendente Metropolitano Sergio Galilea y también el actual Marcelo Trivelli.
En la lista de los comprometidos también están los directores de la Conama RM que siguieron a López. Es decir, el ahora subsecretario de Transportes Guillermo Díaz , Cristián Aqueveque y el actual responsable de la repartición ambiental, Pablo Badenier.
En la Conama nacional, Adriana Hoffmann y Gianni López (otra vez) aseguraron a la población que ya no habría más preemergencias. Paulina Saball no se ha referido al tema desde que asumió.
