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Alcalde garantiza que vecinos venderán predios para emplazar aeródromo

El jefe comunal Fernando Pérez considera que la instalación de una pista de 1.200 metros que absorba parte de la demanda del aeródromo de Cerrillos será un polo de inversiones en la zona y descarta, además, un impacto ambiental negativo para el sector. En tanto, Federación Aérea de Chile rechaza la iniciativa.


El anuncio de construir un aeródromo en Melipilla, que absorba en parte la demanda del terminal aéreo Los Cerrillos -que cerrará en 2005 por la construcción del Portal Bicentenario-, no es hasta ahora un problema para la ciudad, pese a que es un proyecto tan controvertido como el aeródromo San Gregorio de Buin, donde se desplegó todo un bloque opositor por los posibles efectos ambientales negativos que generaría en la zona.



De hecho el alcalde, Fernando Pérez, afirma que ha analizado junto al Ministerio de Obras Públicas (MOP) que se materialice la propuesta debido a que sería un relevante polo de inversiones comerciales, inmobiliarias y turísticas en la comuna de la Región Metropolitana, hasta ahora reservada a la explotación agrícola. El MOP anunció recientemente que la ciudad podría ser el reemplazo en la parte civil del aeródromo Los Cerrillos, que deberá cerrarse el próximo año debido a la construcción de un conjunto inmobiliario en esa área, idea propuesta presidente Ricardo Lagos.



El edil sostiene que la única opción que tiene en la zona para este objetivo es la ampliación de la pista del aeródromo Cuatro Diablos, ubicada entre la antigua ruta 68 y la Autopista del Sol. Descartó, además, la idea que se construya en un terminal aéreo que se encuentra en terrenos municipales debido a que "están en la ciudad y se están construyendo poblaciones a 10 metros del aeródromo. No se podría ampliar una pista por las viviendas".



Pérez precisa que la extensión de la pista se solucionaría con la compra de los terrenos aledaños. Añade que "los vecinos bajaron los valores de los terrenos", pues dice, hace unos años "una hectárea tenía un valor de 35 millones de pesos" pero ahora "los vecinos piden 25 millones de pesos por cada una".



El jefe comunal afirma que no se requiere "expropiar si los vecinos están en condiciones de vender". "En los cabezales de la pista viven tres propietarios y están dispuestos a vender en un corto plazo", dice. Según la estimación del jefe municipal se requeriría comprar extensiones de terreno con los que se pueda doblar el tamaño de la pista, que es de 600 metros.



El edil remarca, además, que este proyecto estaría destinado sólo a absorber sólo la aviación civil debido a que hay falta de espacio para navegación de mayor envergadura.



Progreso es progreso



Uno de los mayores problemas de la instalación de un terminal aéreo es el impacto ambiental que podría generar. Es el caso del aeródromo San Gregorio, en Buin, que fue aprobado por la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) en medio de un clima de oposición del municipio, vecinos y productores agrícolas, quienes aseguraron que iría en desmedro de la producción vitivinícola de la zona y de la calidad de vida de la población. De hecho, los vecinos ya interpusieron un recurso de protección en tribunales y uno de reclamación ante la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama).



Pese a este precedente, el alcalde de Melipilla es optimista. "En el lugar no vive mucha gente. He estado en Europa y EEUU y los aviones pasan a 100 y 200 metros de altura y nadie reclama. El progreso es progreso, uno se acostumbra, no son aviones de gran calado", replica.



Aclara que si finalmente "la gente no quiere un aeródromo, no es responsabilidad del alcalde. He estado trabajando más de un año para que así sea. Cuando se pide el estudio de impacto ambiental se solicita una consulta a los vecinos. Si ellos se oponen la situación puede cambiar", reconoce.



La hasta ahora favorable disposición del edil se basa en que la iniciativa generaría una amplia oferta de trabajo para gente de la zona, pues sostiene que con el proyecto en marcha se requerirán "auxiliares y administrativos. No menos de 200 personas".



Añade que "llegarán profesionales de Santiago que podrían vivir en Melipilla. Se están construyendo una villa con dos mil casas que van de las 700 a las mil Unidades de Fomento", a las que -dice- podrían acceder estos potenciales clientes.



Otra de las razones para emplazar este terminal aéreo, según Pérez, es que podría construirse un hotel en la ciudad y aunque reconoce que aún no hay inversionistas, dice que es relevante que se materialice "para la gente que está de paso" derivada de un aeródromo civil.



"No es una alternativa real»



El objetivo del MOP de instalar un centro aeronáutico en Melipilla, deja disconformes a la Federación Aérea de Chile. El representante de la agrupación, Julio Subercaseaux, indica que "requerimos una alternativa real para la aviación en general, no tan sólo para los civiles".



Remarca que se requiere condiciones distintas a las planteadas por el MOP, como una pista que se extienda por sobre los dos mil metros. "Los mil 200 metros de los que hablan no alcanzan para el despegue de aeronaves, además de los problemas geográficos que presenta Melipilla donde hay cerros que impiden técnicamente el desplazamiento", sostiene.



Ante este escenario, la Federación espera que los senadores – a través de la comisión de Obras Públicas de la Cámara Alta- hagan gestiones para que se aplace el cierre de Cerrillos, lo que constituiría que es la única alternativa real. "Si se materializa habrá un gran problema debido a que ningún usuario aceptará el cierre si no hay alternativa concreta", dice.



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