El misterioso extravío de la petición de procesamiento a Pinochet

La relatora de la Corte de Apelaciones, Pilar Aravena, quedó sorprendida cuando ayer sobre el pulcro y ordenado escritorio de la sala que alberga a estos funcionarios estaba puesta, como por encanto, la solicitud de procesamiento a Pinochet que había sido presentada el lunes por los querellantes en el caso de la Operación Cóndor.

El escrito sencillamente se había extraviado. Los querellantes se sorprendieron, aunque pensaban que era obra de los «agentes del pinochetismo que andan por la Corte», según dijo ayer el abogado Eduardo Contreras.

Pero lo cierto es que Aravena tomó el documento y partió rauda hasta la distribución a dejarlo, dijeron personas que fueron testigos del hecho. Fuentes que trabajan en distribución, que es el lugar donde los abogados ingresan sus escritos estaban más que sorprendidos.

Nada tiene de extraño que un escrito de los que día a día ingresan al Poder Judicial pudiera extraviarse, pero precisamente las horas y los días en el caso Operación Cóndor valen oro, esta vez para los querellantes, a partir de que el ministro Juan Guzmán interrogara el fin de semana pasado a Pinochet en su residencia de La Dehesa.

Lo cierto es que, todo pareciera indicar que una mano negra dejó el escrito que deberá resolver Guzmán sobre el procesamiento de Pinochet sobre el escritorio de esta funcionaria, al menos, como para retrasar y evitar que los querellantes presenten acciones para detener los exámenes médicos -previstos para este jueves- y postergarlos hasta que Guzmán lo someta a proceso y lo notifique.

Aunque también cabe la posibilidad de que el desaparecimiento y posterior aparición del escrito se deba al desorden que reina a veces en este tipo de dependencias.

En todo caso, la decisión de Guzmán pareciera estar ya tomada. Primero, exámenes y luego se verá.