Parlamentario de la UDI estima que es necesario dejar de lado los desacuerdos limítrofes y abocarse a una fuerte integración en materia económica con el país altiplánico, para revertir la difícil situación que enfrenta la Primera Región, con una alta tasa de desempleo.
Si bien en el campo de las relaciones diplomáticas Chile y Bolivia no pasan por un buen momento, hay quienes abogan por facilitar el intercambio comercial entre ambas naciones. Ese es el caso del senador de la UDI Jaime Orpis, representante de la Primera Región, que desde hace mucho promueve que se facilite la instalación de inversionistas bolivianos en la zona, junto con hacer más expedito el tránsito de turistas hacia la región. Lo que plantea en concreto es que Chile opte por la integración a través de la "vía unilateral", sin necesidad de tratados o acuerdos con La Paz, para facilitar el intercambio comercial.
A juicio de Orpis, a pesar de los desencuentros en torno a materias limítrofes, Chile debería generar una vía propia de relaciones con Bolivia para facilitar el intercambio comercial entre los dos países. Su preocupación a este respecto ha ido aumentando en la medida en que en la Región de Tarapacá se ha profundizado el problema del desempleo. De hecho, en el trimestre junio-agosto la cifra creció de 8,4 a 8,8 por ciento, respecto del trimestre inmediatamente anterior, situándose por sobre la tasa nacional -según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE)-.
De allí que el parlamentario gremialista observe en la inversión boliviana una fórmula de salida a este problema, por lo que en las últimas semanas ha presentado una serie de proyectos legislativos con el fin de facilitar el intercambio comercial e incentivar el turismo desde el país vecino.
No exigir pasaportes
Para concretar sus aspiraciones desde el mes de enero viene solicitando a la Cancillería que tome las medidas necesarias para eximir a los ciudadanos bolivianos de requerir pasaporte para ingresar a la Primera Región. Ello porque estima que lo costoso del trámite los inhibe de viajar a la zona, que estando tan cerca de La Paz, podría convertirse en un punto para vacacionar incluso durante los fines de semana. Sin embargo, debió presentar la iniciativa al Congreso, pues a pesar de haber recibido un compromiso de parte de la cartera de Relaciones Exteriores para concretar la medida no ha habido voluntad política para ello, se lamenta.
Similar final tuvo su solicitud de facilitar el otorgamiento de visas a los ciudadanos bolivianos que inviertan en la Región, por lo que también presentó un proyecto en este sentido. La iniciativa apunta a que se le facilite la obtención de visa a los ciudadanos bolivianos que materialicen inversiones superiores a los 700 mil dólares en la Primera Región.
US$ 200 millones de intercambio
Los argumentos de Orpis para promover las relaciones comerciales con nuestros vecinos son variados. Pero en particular plantea que si bien las relaciones diplomáticas con Bolivia "históricamente han pasado por altos y bajos" es necesario e "importante de profundizar" la integración con La Paz, al menos en el aspecto comercial. Esto porque la Zofri, por ejemplo, comercia actualmente 200 millones de dólares anuales con esa nación y el puerto de Iquique experimenta el mayor crecimiento del país, con aumentos de un 15 por ciento en el movimiento, lo que en su opinión se debería principalmente al mayor volumen de carga proveniente de Bolivia.
La tesis del senador, que parece estar bastante solo en su cruzada, es que Chile debe emprender una tercera vía en su relación con Bolivia, la que denomina "vía unilateral", adoptando medidas de manera autónoma, que apunten a profundizar las relaciones comerciales. A ello se dirigen los proyectos presentados por el parlamentario, que se lamenta de que el Plan Arica, implementado en 1995 para sacar adelante a la ciudad, no ha resultado, por lo que se requieren nuevas y más concretas medidas, como la vía unilateral.
Para el caso de Arica, en particular, asegura que él mismo ha monitoreado tres proyectos de inversión, de empresarios bolivianos, que no se pudieron materializar justamente porque al no existir la vía unilateral, que allane la tramitación necesaria para invertir, los inversionistas han terminado desistiendo.
Con el fin de sustentar sus argumentos, Orpis se basa en un estudio solicitado y financiado por CORFO, y realizado por el ex gerente de Zofri y actual gerente de la Corporación de Desarrollo de Arica, Juan Morales B.. La investigación pretende determinar los obstáculos que impidieron que se materializaran una serie de inversiones bolivianas en Arica entre 1995 y el 2000, fecha en que concluye el estudio.
Inversiones de Bolivia en Arica
Según las conclusiones del estudio, que a juicio del parlamentario gremialista debieran haber servido para tomar la iniciativa por parte de Chile en materia de integración comercial, en el acápite octavo -Ideas para una nueva estrategia con Bolivia- señala que "el Plan Arica lleva más de cinco años en circulación y su capacidad de impactar ha llegado a su nivel de saturación, en términos de credibilidad, debido a los escasos resultados en inversión privada. En Bolivia se percibe que lo ofrecido ha sido superior, en velocidad y contenido, a lo real, existiendo cierta desilusión y expectativas frustradas".
El documento, al que tuvo acceso El Mostrador.cl agrega que "lo anterior indica que es necesario diseñar una estrategia muy eficiente, de corto plazo, orientada a atacar las debilidades detectadas, que considere las particularidades de la estructura productiva, de la coyuntura económica y política de Bolivia. Así como aspectos geopolíticos de la relación de Bolivia con los países vecinos y que logre el objetivo de captar inversiones que se inicien en el año 2000".
En la introducción del estudio, que detalla pormenorizadamente las inversiones bolivianas que comenzaron a tramitarse, pero que no lograron llegar a buen término, Morales destaca que "en relación con las políticas e instrumentos diseñados en los últimos cinco años para solucionar los problemas de Arica, podemos señalar que han sido insuficientes, que la capacidad de monitoreo ha sido inadecuada y que ha faltado conducción y capacidad de reacción oportuna".
Por lo mismo, añade que "aunque las dificultadas encontradas no constituyen un obstáculo insuperable al desarrollo de Arica, son una buena advertencia de que el diseño de las políticas debe considerar no sólo que los instrumentos a utilizar sean eficientes para la solución de los problemas detectados, sino que además deben disponer de mecanismos de monitoreo, control y corrección.
Debe considerarse, además, que las iniciativas legales tardan períodos muy largos en ser aprobadas, debiendo disponerse de otros instrumentos de carácter administrativo para utilizar mientras se aprueba la nueva legislación".
El clamor de Orpis
Ante tal realidad, Orpis alega no comprender por qué si estos antecedentes están en manos de CORFO desde el año 2000, no se ha hecho nada para promover la integración comercial con Bolivia. Y atribuye sólo a falta de voluntad política el que no se haya avanzado en esa línea que, quiérase o no, perjudica a la Región.
No obstante, no se vislumbra que éste sea el momento más oportuno para los planteamientos del preocupado legislador. De hecho, no se avizora que en el Congreso vaya a encontrar eco su, a todas vistas, necesario alegato. Más aún considerando que incluso el gobierno chileno decidió suprimir un cupo para la importación preferencial de 12 toneladas de azúcar boliviana, determinación que no habría sido bien recibida en La Paz.
En este contexto bien podría ser que Jaime Orpis continúe clamando solo por la que considera necesaria integración comercial con Bolivia, pese a los efectos que la carencia de ella provocaría en la Primera Región. Todo parece indicar que no está el horno para bollos.
