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Larroulet revela las claves del plan laboral de Joaquín Lavín

Mientras la atención se centraba en el primer encuentro público entre el nuevo presidente de la CPC, Hernán Somerville, y su contraparte de la CUT, Arturo Martínez, el director de Libertad y Desarrollo, anunció que las prioridades serán el trabajo de los estudiantes y de las mujeres del 40% más pobre de la población.


Luego de que el 2 de diciembre pasado, el presidenciable de la Alianza por Chile, Joaquín Lavín, presentara ante la Enade 2004 las líneas maestras de su plan de gobierno, el viernes fue el turno para que uno de los principales samuráis del candidato de la derecha, Cristián Larroulet, diera a conocer lo que fue visto como los puntos clave del futuro programa laboral del ex alcalde de Santiago.



Pero a diferencia de Lavín, quien recibió una ovación por parte de los empresarios reunidos en CasaPiedra, el director del Instituto Libertad y Desarrollo sólo se hizo acreedor de unos aplausos protocolares por parte del público reunido en el ex Congreso, en la mesa redonda sobre empleo organizada por el Senado, explicable por el alto número de personeros sindicales presentes en el encuentro.



Junto con afirmar que en 1997 la cifra de desempleo era casi la mitad de la actual, Larroulet indicó que es posible reducir el porcentaje presente, que ubicó cerca de un 12 por ciento, a una cifra cercana al 6 por ciento en »un período bastante razonable de tiempo». Para esto, el economista insistió en focalizar las políticas públicas en dos sectores: mujeres y jóvenes.



Estos dos grupos ya habían sido mencionados en una exposición del ministro de Economía, Jorge Rodríguez Grossi, quien también había agregado a la tercera edad. Pero durante toda su exposición Larroulet -a diferencia del resto de los oradores- evitó mencionar el concepto »flexibilidad laboral». En lugar de eso, el economista aludió a los trabajos por horas.



En el caso de los jóvenes argumentó: »Necesitamos mayores oportunidades para que los jóvenes terminen una educación media técnica, para que además entren a los centros de formación técnica y los institutos profesionales. Una forma de ayudar a eso es que existan trabajos de tiempo parcial, de pocas horas, que permitan a esos jóvenes encontrar trabajo».



Escéptica evaluación



Esta propuesta fue vista con atención por los personeros de la CUT presentes en la reunión, en particular porque entre algunos de ellos surgieron dudas sobre si este plan permitiría que los jóvenes trabajadores dispongan del tiempo necesario para licenciarse en sus estudios, un punto que ya es motivo de preocupación -dicen los líderes sindicales- en el caso de quienes laboran en los supermercados, por ejemplo.



El otro punto que causó controversia fue el plan para que entren -parcialmente- al mundo laboral las mujeres del 40 por ciento más pobre de la población. De acuerdo con las cifras que entregó Larroulet, de lograrse esta incorporación se podría aumentar, en promedio, un 34 por ciento los ingresos en el 20 por ciento de los hogares más pobres y un 23 por ciento en el segmento siguiente.



Sobre el punto, donde el economista destacó que es necesario que crezca la cobertura preescolar, los líderes sindicales mostraron en sus conversaciones dudas de que existan los fondos necesarios para acometer un plan de guarderías de esa magnitud, tomando en cuenta además que en los sectores populares, las familias se caracterizan por tener una gran cantidad de hijos.



«Sociedad de los miedos»



De hecho, los representantes laborales no se quedaron en las discusiones de pasillo, ya que durante su propia exposición, el presidente de la CUT, Arturo Martínez, abordó de manera directa a Larroulet para afirmar que ésta »es la sociedad de los miedos, del miedo a perder el empleo». Según cercanos, esta interpelación fue a propósito de que en el discurso ante la Enade, Lavín indicó que su meta es transformar Chile en »en el país de las oportunidades».



Otro punto que fue visto con atención por los presentes fue el cierre de la exposición de Larroulet, quien afirmó que para el buen funcionamiento de las relaciones laborales entre empresarios y trabajadores se necesita que el Ejecutivo y el Poder Judicial permanezcan al margen de eventuales conflictos.



»Una institucionalidad mucho más ajena a los conflictos de intereses de corto plazo, a los conflictos políticos de corto plazo, que, por el contrario, sea una institucionalidad pública que avance en resolver los problemas con una mirada de largo plazo», indicó Larroulet.

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