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Paulina Saball: ‘Contamos con una institucionalidad que tiene un sentido’

Chile acaba de someterse a una evaluación en materia ambiental para definir su incorporación como miembro pleno de la OCDE. La directora de la Conama descarta que los últimos acontecimientos, como el cierre de plantas de celulosa o el ranking de sustentabilidad, vayan a ser considerados.


Se sienten nuevos aires al interior de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama). Los días por los que atraviesa el organismo son diametralmente opuestos a los de hace exactamente un año, cuando estaba en el suelo en términos mediáticos, luego de la polémica salida del director Gianni López. Ahora, en cambio, exhibe la paralización de dos plantas de celulosa del poderoso grupo Angelini.



Aunque la directora de la Conama, Paulina Saball, asegura que el cierre de las plantas Itata (Octava Región) y Valdivia (Décima) no representan el inicio de una razzia en el sector industrial, ambas determinaciones -decretas en el lapso de una semana- han acallado en parte las constantes críticas de los organismos ambientalistas, que se quejaban por la pasividad de la autoridad en este tema.



Estas decisiones antecedieron al viaje que una delegación de autoridades chilenas, entre las que se encontraba Saball, realizaron a París con representantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que evaluaron el desempeño medioambiental entre 1990 y 1994.



Chile ya fue calificado en materias económicas, educacionales y transparencia, y se espera que el informe sobre este tema se entregue en mayo próximo, en lo que sería el último paso para decidir su incorporación como miembro pleno -desde 1993 es sólo observador- a este exclusivo organismo internacional.



Aunque la versión oficial fue que los expertos de la OCDE destacaron los avances en materia de gestión ambiental, organizaciones ecologistas han insistido que una de las mayores deficiencias del país es su débil institucionalidad ambiental, la directora de la Conama defiende el sistema transversal y con un órgano ejecutor existente en Chile.



La estadía en Europa de todas las autoridades ligadas a este tema al tema ambiental coincidió con el ranking de sustentabilidad ambiental, desarrollado por las universidades de Yale y Columbia, en el que Chile se ubicó en el puesto 42° entre 146 países, cayendo siete puestos en comparación al rendimiento de 2003. Si bien, la directora de la Conama valora la medición y el que el país se haya ubicado por sobre naciones como Holanda o Estados Unidos, plantea algunos "reparos" respecto a la metodología.



– ¿Específicamente a qué tipo de reunión asistió la Conama a París?

– Nosotros asistimos a París a una etapa más de un proceso, al Chile decidió someterse voluntariamente, y que se llama evaluación de desempeño ambiental por parte de la OCDE. Este proceso se inició en mayo de 2004 cuando vino la primera misión a Chile y se acordaron los términos de referencia, luego Chile mandó un memorándum con todos los antecedentes de la gestión ambiental del país entre el período de 1990 a 2004.



– ¿Hubo alguna recomendación al término del encuentro en París?

– Fruto de todo el trabajo, del memorándum que redactó Chile, de la misión que vino al país, de esta reunión en Paris con todos los países, el proceso culmina con un informe, que es elaborado por la OCDE y que contiene el informe del desempeño ambiental de Chile. El estudio contiene una cantidad importante de información y un conjunto de recomendaciones que la OCDE le hace al país en vista a mejorar el desempeño ambiental.



-¿Cuándo conoceremos dichas recomendaciones?

– La OCDE lo va a presentar en Chile, seguramente la primera semana de mayo y será de conocimiento público.



-¿El cierre de la planta de Celulosa en Valdivia fue tema de discusión?

– Ni nos preguntaron, ni salió en las conversaciones…



– ¿Ni siquiera como parte del balance medioambiental?

– No… Lo que pasa es que el informe es de la gestión ambiental del país de 1990 a 2004. O sea, no estamos hablando de los hechos puntuales del momento. Además la información con la que la OCDE trabaja es sobre ese período. Es una conversación de muy alto nivel.



Institucionalidad



– ¿Fue entonces tema de debate la institucionalidad ambiental, como la posibilidad que Chile cuente con un ministerio del Medio Ambiente

– La OCDE no interviene en eso y a ningún país se le ocurría decirle al otro cómo tiene que ser su institucionalidad. Eso no existió como conversación. Además, la delegación chilena estaba compuesta por los actores públicos fundamentales en el sistema de gestión ambiental. En consecuencia, ellos conocieron de nuestra institucionalidad no solamente por nuestra descripción, sino porque la vieron operando ahí.



– Entonces ese tipo de temas no se discute

-No. Todos los países de la OCDE tienen estructuras institucionales distintas. El diálogo de Paris fue sobre otros temas: aire, agua de gestión de la naturaleza, los temas de relación entre desarrollo económico y medio ambiente , entre desarrollo social y medio ambiente, la agenda internacional de Chile que son en el fondo sobre los puntos que verán en el informe.



– ¿Tampoco fue tema de debate las presión de organizaciones no gubernamentales que reclaman mayor jerarquía para el medio ambiente?

– Nosotros tenemos una institucionalidad ambiental que tiene un sentido y detrás de ella hay una visión ambiental como un tema transversal, que está cruzando a todos los sectores. Hay una visión que es descentralizada, intersectorial, que tiene un órgano político director, que es el Consejo de Ministros, que tiene una organización ejecutora y coordinadora, que es la Conama, pero donde la gestión ambiental está cruzando los distintos servicios públicos. Además, tenemos nuestra propia Ley de Bases del Medio Ambiente.



– A propósito de la legislación, ¿le parece que se debería obligar a la empresas a contar con gerencias de medio ambiente, cuando estemos frente a empresas de millones de dólares?

– A nosotros como organismos públicos, no nos corresponde definir las organizaciones que se dan las empresas. Creo que cada una de las empresas compañías y sociedades se organizan de acuerdo a la estructura que sea más eficiente para cumplir su objetivo. A nosotros lo que sí nos corresponde es que el desarrollo productivo en Chile crezca y se expanda con resguardo a las normas ambientales, con cumplimiento a las normas laborales, es decir con responsabilidad social.



Sustentabilidad



La semana pasada se conoció el ranking de sustentabilidad ambiental en el que se encuentra Chile y en que se bajó siete puestos respecto de 2004

– En este informe estamos en el lugar 42, justo debajo de Holanda y por sobre tres lugares de los Estados Unidos. Creo que es muy interesante contar con distintos instrumentos que nos permitan mirar nuestra gestión ambiental. Creo que el análisis que hagamos de este ranking, más lo que tengamos del informe de la OCDE, son contribuciones muy importantes para el país. Ahora en una revisión más profunda de estos instrumentos, uno puede decir que tiene diferencias con la metodología, pero eso es un análisis más fino de los elementos considerados. Lo importante es que cada día más los temas ambientales son temas globales.



– ¿Las recomendaciones de la OCDE se van a transformar en cambios legislativos?

– Las recomendaciones se pueden tomar o dejar. Por eso que la discusión de ellas nos ayudará a consensuar como país, nuevos desafíos nuevas metas y ellas se transformaran en políticas y normas cuando sea necesario.




-¿El cierre de celulosa Arauco puede ser el anticipo de una razzia al sector industrial?

– Este no es un problema de razzia, lo ha dicho en reiteradas oportunidades el Presidente de la República, el ministro Vidal, el ministro Dockendorf: queremos que las instituciones funcionen y que todos los chilenos sean iguales ante la ley, nada más. No veo porque aventurar ni estampidas, ni razzias.



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