El ministro de Defensa Jaime Ravinet reiteró que el pasado 15 de junio no se rubricó el contrato con EADS porque justo se produjo el terremoto en el norte y negó la versión entregada por fuentes de defensa que confidenciaron que no se había respetado el acuerdo previo que era sumarse al proyecto de construcción de la nave multinacional europea.
A mediados de julio se firmará en nuestro país el acuerdo entre los directivos del Consorcio Europeo de Aeronáutica y Defensa (EADS) y el ministro de Defensa, Jaime Ravinet, para sumarse al proyecto de construcción del avión europeo de transporte militar A400 y a futuro comprar tres unidades de la nave, que por ahora es solamente un prototipo cuya construcción -se estima- estará terminada el año 2009.
La suscripción del convenio se efectuará en nuestro país luego que el pasado 15 de junio, en París, no se concretara el acuerdo porque el gobierno estimó, a través del ministro de Defensa, quien se encontraba en ese momento allí, que no era apropiado firmarlo a dos días del terremoto que afectó a la zona norte del país.
"Lo que estamos haciendo es firmar una carta de intención, un compromiso de integrarnos para construir este proyecto y esencialmente que haya un flujo interesante de contratos entre EADS y Airbus hacia Enaer", dijo a El Mostrador.clJaime Ravinet.
De comprar estos aviones de transporte militar será en 15 años y aunque no se sabe cuánto costarán, sostuvo Ravinet, se cree que el precio de cada A 400M oscilaría entre 80 y 100 millones de dólares. De este modo los eventuales reemplazantes de los Hércules que actualmente tiene en servicio la FACH llegarían a Chile en el 2018.
Ravinet negó una versión que señalaba que el pasado 15 de junio cuando fue a firmar el convenio, en París, se habría dado cuenta que el contrato presentaba algunos problemas, porque primero se había previsto la adquisición de los aparatos y luego venían los programas de desarrollo industrial a través de Enaer.
Nuestro país quiere establecer una cooperación en que participará, aunque sea en escala menor, en el proyecto industrial. La idea es, por ejemplo, fabricar pequeñas partes del avión en Chile y al concluir esa etapa se adquirirían las tres unidades de la nave de transporte y no como figuraba en el papel, donde estas opciones al parecer estaban invertidas.
Las fuentes señalaron que se estaba corrigiendo el contrato porque lo que "se quiere es una participación industrial y no un offset que se hace después de la compra".
De hecho, la Empresa Nacional de Aeronáutica (Enaer) mantiene actualmente contratos con la Empresa Brasilera (Embraer) para hacer piezas de aviones y ello ha generado un excelente grado de desarrollo industrial en nuestro país, y eso era lo que se quería repetir con la empresa multinacional del Viejo Continente.
En su oportunidad, Ravinet había señalado que con ese contrato a largo plazo con el líder europeo EADS, Chile se aseguraba «no sólo la más alta tecnología en aviones de transporte» para su Fuerza Aérea sino también contratos entre la ENAER y EADS «para fabricar partes o entregar servicios a dicha aeronave».
El A 400M
El A400M está proyectado para volar a 850 kilómetros por hora y tiene una autonomía de 9.000 kilómetros de distancia, en comparación con el Hércules C-130, que alcanza 600 kilómetros por hora con una autonomía de 7.900 kilómetros.
El nuevo carguero europeo comenzará a equipar las aviaciones de siete países europeos y de Sudáfrica a partir de 2009, y pesa 130 toneladas. La nave podrá transportar 37 toneladas, 18 más que el Hércules, o 120 paracaidistas con equipamiento completo de combate, más elementos de asistencia médica.
Ningún avión de estos, desde luego, ha volado todavía, y el primero lo hará en dos o tres años más. Por eso era importante para Chile participar en el proyecto desde el inicio de su construcción.
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