En el eje progresista, conformado por los partidos Socialista, Por la Democracia y Radical Socialdemócrata, no ven con buenos ojos que el líder colorín exija a la candidata presidencial resolver sobre sus postulantes al Congreso y abogan por la independencia de las colectividades.
Molestia existe en el eje progresista de la Concertación por "la insistencia" del presidente de la Democracia Cristiana (DC), el senador Adolfo Zaldívar, de pedir a Michelle Bachelet que intervenga en la plantilla de candidatos.
Esta reacción obedece a la reunión que sostuvieron ayer en el comando de Antonio Bellet el líder falangista y la postulante a La Moneda, a escasas horas de que ésta llegara de su viaje a España.
Éste le insistió en la necesidad de que interviniera en la conformación de la nómina de postulantes al Congreso, mientras que la abanderada se comprometió a darle plazos al PS, PPD y PRSD.
"En pedir no hay engaño, pero estas constantes reuniones entre Zaldívar y Bachelet son para impedir, por parte del líder colorín, que haya competencia al interior del oficialismo", dijo un dirigente del PPD.
La misma fuente agregó que "los partidos de la Concertación están suficientemente maduros para hacer su trabajo. Hay tiempo y estamos avanzando".
Mesa PS analiza cita Bachelet-Zaldívar
Desde las 9 horas de este viernes y por cerca de tres horas, la mesa directiva del Partido Socialista (PS), encabezada por el senador Ricardo Núñez, analizó un conjunto de encuestas sobre sus candidatos a senadores y diputados.
Durante el encuentro se conversó también la cita de la candidata presidencial oficialista y el máximo regente DC.
Un representante de la colectividad sostuvo que "estamos bien en los tiempos y los partidos están trabajando para llegar lo antes posible a un acuerdo. Si es antes del 30 de julio, mejor".
A la salida de la actividad, el propio Núñez calificó de «inconveniente» la petición de Zaldívar a la aspirante a la primera magistratura.
El dirigente socialista aseveró que el establecimiento de las plantillas parlamentarias es una facultad prácticamente exclusiva de los partidos.
