Publicidad

Beck regresa más creativo y busca sus raíces experimentales

Con las colaboraciones de Jack White, de White Stripes; Justin Medal, de Medicine; Joey Warnoker; Jay Z y Pharrel, »Guero», el nuevo álbum del artista californiano Beck, logra superar con creces su anterior trabajo discográfico (Sea Change, 2002), reapareciendo con una placa más arriesgada.


Criado en los suburbios de Los Ángeles, Beck Hansen absorbió grandes dosis de la cultura del hip hop, manifestando por ella una creciente admiración. Además, interesado sobremanera por diversos estilos musicales, pasaba horas enteras escuchando jazz, rock, pop, funk, blues o country. Animado por un deseo experimental, los años ochenta vieron emerger los primeros trabajos caseros de Beck, y con ello, la gestación de uno de los artistas más originales de los últimos tiempos.



Esa influencia musical de su infancia se ha transformado en la base de la calidad de Beck. La mezcla de estilos y sonoridades desde el rock hasta el blues, dan a sus discos un sello inconfundible. Multifacético por naturaleza, Beck se ha convertido en una corriente en sí misma. Si bien es cierto, su placa anterior dejo realmente insatisfechos a sus fans, Guero, su nueva producción, acalla cualquier crítica. Cualquier aprehensión. Cualquier duda.



Producido por los Dust Brothers (Mike Simpson y John King), Guero aparece como un interesante y pegajoso híbrido entre hip hop, electrónica, algo de country, algo de pop y mucha de la creatividad característica de Beck. Un recorrido que abarca diversos géneros en distintos niveles, ocupando como nexo juegos irónicos de letras y ritmos.



La experimentación, el desorden y la psicodelia dominan la nueva propuesta musical de Beck, estableciendo claramente un quiebre en relación a su intimista anterior placa, Sea Change. Guero (nombre con el cual era conocido Beck cuando vivía en Los Ángeles) se encarga de cumplir con todas las expectativas, entregando con cada tema, una pieza de entrañable confección y alocada creación.



Es un hecho que Beck (quien ganara dos Grammy por su álbum, Odelay), no busca transgredir normas con este nuevo disco, sino más bien continuar una linealidad con su estilo y mantener aquella capacidad de composición que deleitara al público hace algunos años atrás. Y, por cierto, temas como E-Pro, Missing, Qué onda Guero, Brokem Dum, Emergency Exit o Rental Car, son una muestra de ello.



Lúdico cien por ciento, amenizado en ocasiones por riff de guitarras duras, ciertos despliegues de hip hop y funk, contagiosos ritmos pop, una que otra dosis de música electrónica, country y blues y un gran poder de cautivación, hacen de este Guero, un álbum necesario y totalmente recomendado.


Publicidad

Tendencias