Pentágono informó que realizará mantención a 18 cazabombarderos, los que deberán estar listos en noviembre de 2006. El trabajo implica la restauración de los aviones por el desgaste que hayan experimentado durante su uso por parte del país europeo. Aunque éste todavía no es oficializado, Chile y Holanda ya habrían suscrito el acuerdo para la transferencia.
Pese a que según versiones extraoficiales respecto a que el Gobierno habría dejado en compás de espera la compra de una partida de cazabombarderos F-16 de segunda mano a Holanda, en Estados Unidos ya se adjudicó un contrato para modernizar y modificar 18 de esas naves.
Según explica un comunicado de prensa emitido por el Pentágono, el miércoles pasado, el contrato por 7 millones y medio de dólares otorgado al fabricante de los aviones, Lockheed Martin of America (LMA), es para la modernización de media vida ó MLU (Mid-life Update) de 18 F-16 que Holanda se dispone a transferir a nuestro país.
El trabajo implica la restauración de los aviones por el desgaste que hayan experimentado durante su uso por parte del país europeo, así como la modernización de los sistemas de tiro, navegación y comunicaciones, de modo que puedan hacer uso de los nuevos sistemas de armas. Los trabajos, que deben estar finalizados en noviembre del próximo año, estarán sujetos a la aprobación de la SAF/IA, en cumplimiento de las demandas de Chile.
Un aspecto importante es que el contrato otorgado por el Pentágono a LMA incluye instrucciones para quitar a los F-16 la capacidad de emplear los sistemas de armas Shrike y Harm, que el gobierno estadounidense no desea que Chile posea. Se trata de dos sistemas de armas destinados a atacar instalaciones de radares de descubierta aérea y emplazamientos terrestres de misiles de defensa antiaérea de largo alcanza.
La oferta
Holanda ofreció entre 20 y 28 cazabombarderos F-16, modelo A/B. De acuerdo a la información circulante, se habría optado por comprar la totalidad de los aparatos ofrecidos, para reemplazar a la totalidad de la flota de aviones Mirage Pantera y Elkan en servicio con la FACH.
Sin embargo, no todos los aparatos serán puestos en servicio, sino que algunos se mantendrán como reserva, lo que explicaría que el contrato asignado por el Pentágono sólo considere a 18 de las aeronaves.
Las negociaciones entre la FACH y representantes del gobierno holandés se cerraron a fines de septiembre, cuando se convino el pago de 180 millones de dólares por las aeronaves de combate, incluyendo la instrucción de pilotos, técnicos y la transferencia de una partida de repuestos.
La cifra es bastante menor a los 650 millones de dólares que se pagaron al adquirir 10 aviones nuevos F-16 a LMA y que llegarán a partir de febrero del próximo año al país. Sin embargo, al igual que las encargadas a Estados Unidos, las naves holandesas serán transferidas sin armas, que serán compradas en Israel bajo un contrato diferente.
Si bien estos hechos dan cuenta que está aprobada la compra de las naves holandesas, La Moneda habría optado por dejar esta adquisición para fines de diciembre del año en curso o para enero o marzo del 2006. Las razones del gobierno tienen relación tanto con el escenario electoral como con la resistencia presentada por Hacienda a aumentar el gasto en Defensa para el año fiscal 2005.
Acuerdo ya estaría firmado
Los contactos entre la FACH y las autoridades holandesas continuaron, y en octubre pasado se habría decidido asegurar la adquisición de los F-16 mediante la firma de un acuerdo o MOU (Memorandum of Understanding) para la transferencia de las aeronaves de combate al país.
El MOU no es un contrato, sino un acuerdo de compra-venta que no representa mayor vinculación legal, pero que se utiliza con frecuencia en estas operaciones como una señal de compromiso entre las partes. En este caso, el documento habría sido firmado por el jefe de Logística de la Fach, general Javier Anabalón, y el embajador de Chile en los Países Bajos, Juan Guillermo Espinosa, a mediados de octubre.
Algunos observadores locales plantearon a El Mostrador.cl sus sospechas respecto de la posibilidad de que un contrato haya sido firmado, sin que se haya realizado el anuncio oficial. Sin embargo, una referencia importante es que, en el caso de la compra de las tres fragatas británicas tipo 23 al Reino Unido, el convenio fue suscrito en Londres cinco semanas antes de su oficialización.
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