El ex comandante en jefe de la institución castrense le explicó al magistrado que investiga la muerte del coronel Gerardo Huber que a principios de 1990 operó en dicha institución un retiro programado de material bélico en desuso con el fin de comercializarlo. El único objetivo de dicha operación habría sido modernizar el armamento, comprando a Famae su producción de armas.
No sólo antecedentes importantes para el caso judicial que investiga la muerte del coronel Gerardo Huber Olivares obtuvo el ministro en visita a cargo de esa investigación, Claudio Pavez, en el interrogatorio al que sometió al ex comandante en jefe del Ejército, Augusto Pinochet, por cerca una hora y media, durante el martes de esta semana.
Fuentes cercanas a la diligencia que efectuó el magistrado en la residencia particular del ex uniformado, ubicada en la comuna de La Dehesa, informaron a El Mostrador.cl que el otrora jefe de la junta militar cooperó con el magistrado, mostrándose lúcido y de buen ánimo.
En ese marco, Pinochet le explicó a Pavez que la serie de ventas de armas que realizó su institución a partir de principios de 1990 corresponderían a un plan de retiro programado de material bélico en desuso, con cuya venta se pretendió financiar el reemplazo del mismo por uno más moderno y fabricado por la Fábrica de Maestranzas del Ejército (Famae).
En ese contexto, Pinochet habría reconocido que él autorizó las ventas de armas al extranjero de armas que no estaban siendo utilizadas, pero que se encontraba en buenas condiciones de operatividad. Sin embargo, afirmó desconocer que una de esas exportaciones tuviera como destino a la ex Yugoslavia.
Estos dichos del ex jefe castrense, si bien no ayudan mucho para esclarecer la muerte de Huber, sí pueden significar varias luces para la investigación del tráfico ilegal de armas a Croacia, que instruye el ministro en visita Alejandro Solís.
¿Donde está el dinero?
Pese a la explicación dada por Pinochet, ahora las dudas recaen en cuál fue el destino de los dineros que obtuvo el Ejército por la venta de este material de guerra, ya que la adquisición del armamento nuevo a Famae se pactó en cuotas, con dos años de gracia, por lo cual incluso hasta la fecha esas armas se siguen pagando.
En todo caso, para Pavez resultaría irrelevante ese aspecto, ya que estas dudas conciernen más bien al caso que instruye el envío ilegal de estas piezas a la zona de Los Balcanes, cuando sobre esa región europea pesaba una prohibición internacional decretada por la ONU que impedía venderle armamento.
Lo único claro que tendrían hasta ahora ese tipo de indagaciones es que los dineros obtenidos por los cinco embarques de material bélico que el Ejército alcanzó a exportar no fueron a parar sólo a las cuentas que mantuvo Augusto Pinochet en el extranjero.
Otro laboratorio
En tanto, el ministro Pavez ha centrado sus sospechas en un recinto ubicado al interior de las instalaciones de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), aledañas a la Escuela de Inteligencia del Ejército (EIE), ubicada en Nos, donde se habría pretendido instalar un Laboratorio Químico para fabricar armas bacteriológicas.
Estas instalaciones están acondicionadas como para haber albergado una unidad de esa naturaleza, pero según diversos testimonios ella nunca logró estar operativa.
Sin embargo, las sospechas del magistrado apuntarían a que en ese lugar podría haber estado secuestrado Huber en parte del período en que estuvo desaparecido, ya que es una instalación aislada de todo el resto del edificio.
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