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Soledad Alvear quería rol protagónico en comando de abanderada

La propia candidata y la directiva de la DC coincideron en señalar que no hubo »veto» colorín a la senadora electa. Sin embargo, fuentes cercanas a la sede bacheletista confidenciaron que la ex ministra de Defensa no ha aceptado presiones de los partidos y, menos aún, de la ex canciller.


No sólo la candidata presidencial de la Concertación, Michelle Bachelet, sino que además el propio presidente de la DC, Adolfo Zaldivar, y el diputado socialista Camilo Escalona salieron a desmentir versiones de prensa que señalaban que la directiva colorina de la falange habría "vetado" la participación de la senadora electa Soledad Alvear en el comando oficialista.



La verdadera razón por la que Soledad Alvear salió molesta luego de las reuniones que sostuvo el lunes y el martes pasado con la abanderada es que no fueron consideradas sus pretensiones en el comando, señalaron fuentes cercanas a la sede bacheletista.



Lo que quería la ex canciller eran roles demasiado protagónicos para ella y sus partidarios dentro de la DC y en el estado mayor de la campaña, lo que fue desechado rápidamente por la abanderada concertacionista, quien no ha aceptado ninguna "presión" por parte de los partidos políticos del conglomerado oficialista y tampoco está dispuesta a aceptar la costosa factura que le presentó Soledad Alvear y su equipo, a cambio de su apoyo, comentaron.



Otros personeros del comando confirmaron esta versión ya que Soledad Alvear "habría solicitado mucho más de lo que se está dispuesto a ofrecerle" y ello no habría sido aceptada por la ex ministra de Salud y Defensa, que a partir de allí decidió irse a descansar a su casa de veraneo en Maitencillo.



Rol protagónico



La senadora electa con primera mayoría en Santiago Oriente quería, al igual que en la segunda vuelta entre Lavín y Lagos, donde fue la generalísima de este último, jugar un rol protagónico en el balotaje y no hubo disposición de parte de la candidata socialista a aceptarlo.



Otro punto que habría molestado a Michelle Bachelet fue la presencia de Moisés Valenzuela, un reputado operador del «gutismo» (hoy reconvertido en «alvearismo»), quien acompañó a la ex canciller a la entrevista del martes en la sede de General del Canto, en Providencia.



A ello se suma -en opinión de algunos allegados a Bachelet- el hecho de que la ex canciller durante la campaña de Lagos no le sumó más votos en esa ocasión a la carta concertacionista, sino que más bien fue un dique de contención para que votos centristas no emigraran a Lavín, ya que por una mínima lógica política los sufragios de los comunistas que en primera vuelta en 1999 optaron por la entonces candidata Gladys Marín, prefirieron en el balotaje a Ricardo Lagos antes que a Joaquín Lavín.



Pese a estos problemas, la propia Michelle Bachelet ha dicho que Soledad Alvear estará en su comando en esta campaña hasta el 15 de enero, pero ello no se ha concretado de manera manifiesta hasta ahora.


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